El planteo ya fue debatido con Nación y busca achicar la brecha de crecimiento en la región para las provincias de Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego.
La Federación Empresaria del Chubut (FECh) reactivó el debate por la división territorial del área de la Patagonia con el objetivo de logar políticas de desarrollo equilibradas y que alcancen a resolver las necesidades específicas, de una región que es la más extensa en todo el país y donde conviven realidades diferentes, tanto económicas, como productivas y sociales.
A través de un documento que se está elaborando, se buscan establecer los ejes directrices de un programa económico que esté directamente orientado a la Patagonia Austral, que incluye a las provincias de Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego.
La Patagonia está conformada por seis provincias, desde La Pampa hacia abajo. Se trata de la zona con mayor cantidad de jurisdicciones en comparación con el resto del país. También con la mayor extensión, de un total de 900 mil kilómetros cuadrados, que marca las dificultades para establecer lineamientos uniformes para la expansión y el desarrollo.
De hecho en los últimos años se ha evidenciado un avance a dos velocidades, entre la región del Comahue, que incluye a Neuquén y Río Negro, con respecto el área por debajo del Paralelo 42.
El corredor de Vaca Muerta en Neuquén, sumado al desarrollo productivo del Alto Valle de Río Negro y los anuncios de inversión en Sierra Grande para sectores en pleno auge como el hidrógeno verde, muestran a las claras que se ha privilegiado un espacio territorial de la Patagonia por sobre otro.
Para el caso de Neuquén, el yacimiento no convencional de Vaca Muerta vincula su desarrollo más con el puerto de Bahía Blanca y todo el corredor norte, que con la Patagonia. Además de haber relegado las inversiones sobre la principal cuenca productora y exportadora hace 100 años, como la del Golfo San Jorge.
Esta situación marca no sólo el desacople de la región austral, sino también la imperiosa necesidad de fomentar beneficios impositivos y de desarrollo industrial específicos que permitan dar un salto productivo.
Quedó claro que la estrategia que en su momento se implementó denominada “Plan Patagonia” estuvo destinada al fracaso, con proyectos que en ningún momento pudieron avanzar, debido a las dificultades para elaborar programas unificados, de una región con situaciones totalmente disímiles.
El presidente de la FECh, Carlos Lorenzo, consideró al respecto que “la actual composición patagónica ya no es viable. Es momento de debatir qué medidas de desarrollo y medidas para la región Austral y no toda la Patagonia como un todo, a los efectos de conseguir medidas de apoyo concreto y sostén para las provincias de Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego”.
Lorenzo marcó que “si bien el debate surge desde el ámbito privado, sería importante sumar a los estados provinciales para comenzar a delinear de forma estructural en qué tipo de región queremos vivir y si deseamos que haya un verdadero desarrollo”.
El planteo ya ha sido presentado de manera pública ante las autoridades nacionales, en ocasión de la reunión mantenida en Buenos Aires con el secretario de Industria de la Nación, José Ignacio de Mendiguren.
Como aspectos estratégicos la radicación de zonas francas, retomar las políticas de reembolsos por puertos de Patagonia Austral, insistir en la compensación de Zona Desfavorable y la segmentación en cuanto a los combustibles líquidos.