Dos grupos de investigación de la Unidad Coronavirus, integrada por especialistas del Ministerio de Ciencia y el Conicet, entre otros organismos, dedicados al desarrollo de tests rápidos, lograron en las última horas detectar el coronavirus en muestras de pacientes positivos, lo que representa un importante avance en el desarrollo de técnicas que podrían agilizar tiempos y disminuir costos en los diagnósticos.
Ambos grupos de investigadores deberán ahora validar las técnicas en el ANLIS-Malbrán. Se trata de científicos convocados por el ministerio que conduce Roberto Salvarezza, el Conicet y la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Productivo y la Innovación (Agencia I+D+i).
El desafío de los especialistas es desarrollar kits que se puedan aplicar sobre los hisopados directamente (muestras del paciente) ya que hasta el momento fueron probados sobre el material genético de pacientes positivos que les proporcionó el Malbrán, comenta PÁGINA/12.
Uno de esos grupos está conformado por los investigadores del Instituto de Ciencia y Tecnología César Milstein (ICT Milstein) y de la Fundación Pablo Cassará, dirigidos por Adrián Vojnov y Carolina Carrillo, quienes ya estaban trabajando en el desarrollo de testeos rápidos para otras enfermedades como dengue, zika y chikungunya.
Vojnov, investigador del Conicet y jefe del Laboratorio de Fitopatología Molecular del ICT Milstein, contó que «lo que logramos fue encontrar el virus en diez muestras de pacientes que eran positivos. La siguiente etapa sería la ‘prueba de desempeño’ que consiste en comparar los resultados de nuestro test contra los de PCR, que es la técnica de diagnóstico que usa el Malbrán y los centros descentralizados actualmente».
La técnica, que todavía necesita validación para implementarse, consiste en “una amplificación específica del material genético del agente infeccioso, que en este caso es el virus, con cebadores; se denomina ‘amplificación isotérmica mediada por bucle o LAMP, por su sigla en inglés”, detalló Vojnov a la agencia Télam. “La muestra se agrega a una solución que está en un tubo, se cierra el tubo, se pone a incubar y en una hora el resultado se puede observar a simple vista”, detalló el científico.
Si bien tanto esta técnica como la PCR “buscan el virus”, el especialista sostuvo que “la PCR necesita un equipamiento y un entrenamiento, en cambio la nuestra hace todo el proceso a la misma temperatura, por lo que lo único que se necesita es un calentador a esa temperatura, y eso simplifica mucho».
El otro grupo está compuesto por los investigadores de la startup CASPR Biotech, una empresa de base biotecnológica bajo normativa del Conicet, que desarrolló un test que permite detectar el material genético del virus a través de una tira reactiva (similar a las que se usan en los test de embarazo) y que fue dado a conocer públicamente en febrero de este año.
“En aquel momento, nosotros habíamos puesto a punto la utilidad de la tecnología CRISPR para la detección en muestras de saliva inoculadas con fragmentos cortos sintéticos del virus (SARS-CoV-2) que sintetizamos en el laboratorio una vez que fue dado a conocer su código genético», señaló Federico Pereyra-Bonnet, investigador del Conicet e integrante de CASPR Biotech en una nota publicada hoy en la página del Ministerio de Ciencia.
Pereyra-Bonnet también dijo que «hoy pudimos probar que el test de detección también funciona en muestras de pacientes infectados y estos resultados pueden detectarse con claridad en tiras reactivas de papel, lo que nos pone en camino de validar la tecnología CRISPR como método de diagnóstico».
Estas técnicas, al igual que la PCR, se diferencian de las denominadas “serológicas” que en lugar de buscar el virus buscan los anticuerpos generados en el plasma de la sangre, lo que puede significar que la persona ha tenido contacto con el virus, pero no especifica si lo tiene en ese momento.