Luego de cinco meses de plena aceleración de los precios, la inflación aminoró su ritmo en mayo, pese a que se mantuvo todavía en niveles elevados, muy por encima de los que se observan en la mayoría de los países del mundo. El índice de precios del mes pasado fue de 7,8%, por debajo de las proyecciones que se habían hecho en el mercado.
Según el Indec, en lo que va del año, la suba de precios acumula 42,2%. En 12 meses, en tanto, suma 114,2%. Pese a que en el Gobierno celebraron el número, vale tener en cuenta que en mayo de 2022, había registrado un alza de 5,1%. Sin embargo, las consultoras privadas esperaban un número cercano al 9% luego de que el IPC de abril llegara al 8,4%.
El Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) publicado el viernes pasado por el Banco Central (BCRA) esperaba un 9% para mayo y un 148,9% para este año. Hace solo un mes, esta última proyección era de 126,4%.
“Las variaciones esperadas entre julio y noviembre implican una inflación núcleo promedio en torno a 7,9% mensual e implícitamente una inflación mensual de 9,6% hacia diciembre”, afirmó el documento del banco, que luego hizo una acotación: “Luego de que las y los participantes del REM brindaran sus pronósticos al BCRA, se conoció nueva información que sugiere que la inflación mensual se moderó con respecto al 8,4% observado en abril”.
La entidad que dirige Miguel Pesce, completó entonces: “Tanto los diversos indicadores de alta frecuencia de precios mayoristas y minoristas monitoreados por el BCRA como el IPC de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (7,5% de aumento en mayo) sugieren una evolución más contenida que en el mes previo”. El IPC porteño había desacelerado tres décimas.
A contramano de las consultoras, en el Palacio de Hacienda veían con cautela la posibilidad de una desaceleración de la inflación en mayo gracias, indicaron allí, a la relativa calma con las diferencias cotizaciones del dólar, luego de la intervención decidida por el equipo de Sergio Massa sobre el tipo de cambio en medio de la última corrida cambiaria. Massa trabaja contrarreloj ahora para lograr fondos frescos -un adelanto de desembolsos- del Fondo Monetario Internacional (FMI) para evitar la posibilidad de nuevos sobresaltos con el dólar en medio del proceso electoral.
El Financial Times publicó esta semana un artículo en el que afirmó que el Gobierno está “desesperado” por conseguir la ayuda del Fondo para evitar una devaluación brusca y evitar una hiperinflación. Ese, indicó, es un dilema para el organismo.
Cerca de Massa, aseguran que fue la sequía -y la falta de dólares que ese fenómeno genera- la culpable de la aceleración de la inflación luego de que se hiciera cargo del Ministerio de Economía que dejó vacante Martín Guzmán. El portazo del exministro provocó luego un brusco salto del tipo de cambio en medio de la incertidumbre política dentro del Gobierno.