Muy lejos de la promesa que Alberto Fernández y Cristina Kirchner hacían en aquel spot de campaña de 2019, asegurando que durante su eventual gobierno encender las parrillas volverían a ser un ritual habitual en todos los hogares del país, el popular asado de los argentinos pasó a ser un menú prácticamente de élite.
En los cuatro años de gestión del Frente de Todos, el tradicional corte vacuno, la tira, trepó un 762% y se volvió inalcanzable para la mayor parte de la población.
Cuáles son los cortes de carne que más aumentaron en 2023
Los cortes de carne que más aumentaron en el octavo mes de 2023 son aquellos que consumen las personas con menor poder adquisitivo, como la picada común, que aumentó un 39,9%; el osobuco, con un incremento del 32,3%, y la tortuguita, que subió un 34,3%.
El peceto tiene un precio un 8,3% más alto en los supermercados que en las carnicerías, lo que equivale a $274,9 más. Lo mismo ocurre con la colita de cuadril, que se encuentra un 5% más cara en los supermercados, con una diferencia de $167,2. En contraste, el precio de la falda es un 45,6% más bajo en los supermercados, con una diferencia de $793,6, y la picada común es un 40,1% más barata en los supermercados, con $763,1 menos.
En cuanto a otras carnes, el pechito de cerdo cuesta $47,11 menos en las carnicerías (2,8%), y el pollo entero es $209,3 más barato por kilo en las grandes superficies (24,1%).
En los primeros ocho meses del año, el precio de la carne vacuna fue un 17,5% inferior al registrado en el mismo período del año anterior en comparación con la carne aviar.
En otras palabras, en 2022 se podían comprar 3,5 kilos de pollo fresco entero con un kilo de asado, pero en agosto de 2023, la capacidad de compra se redujo a 2,9 kilos.