Asesinato en Villa Gesell: Los testigos ratificaron que actuaron con alevosía. Los amigos de Fernando declararon que los acusados gritaban cosas como «te vamos a matar», «negro de mierda», «te vamos a reventar».
En la segunda ronda de reconocimiento, cinco de los diez detenidos por el homicidio de Fernando Báez Sosa fueron señalados por los testigos como participantes en la golpiza. Hasta ahora, los tres que han sido señalados de manera fehaciente son Máximo Thomsen, a quien se le adjudicaría el accionar más violento, Enzo Commeli y Ciro Pertossi, según trascendidos, ya que hasta ahora lo único que se dijo fue que hubo tres señalados en la primera ronda y cinco en la segunda. En cuanto a los agravantes por premeditación y alevosía, se estima que podrían tener relevancia algunas frases que dijeron los amigos de la víctima al declarar en la causa, tales como “te vamos a matar”, “te vamos a reventar” o insultos como “negro de mierda”, que le darían un marco preciso al nivel de las amenazas previas que después se convirtieron en hechos comprobables.
Otras novedades tienen que ver con la decisión de que cuatro de los imputados sean identificados, no en forma presencial, en la rueda de personas, sino por fotografías. Esto se debe a que los cuatro han cambiado, en cierto grado, su apariencia, porque al estar en prisión han perdido el tostado en la piel que habían logrado en sus vacaciones. Esto dificulta la posibilidad de encontrar “extras” que tengan algún parecido físico, para hacer más creíble la eventual identificación por parte de los testigos. Las rondas de reconocimiento seguirán el lunes y el martes, luego de lo cual los cinco detenidos serían llevados desde la comisaría de Pinamar, donde se encuentran, a una unidad penitenciaria, que sería, en principio, la ubicada en la ciudad de Dolores (es de 1877, una de las dos más viejas del país. Tiene un serio problema de superpoblación, ya que hay 1000 internos en un espacio en el que apenas caben 300).
Entre los señalados como uno de los más violentos estaría Thomsen, de quien se cree que fue el que pateó en el suelo al chico asesinado y le dejó en el rostro la impronta de su zapatilla. El dibujo de ese calzado ya fue identificado, en cuanto a la marca, por la Policía Científica de Tierra del Fuego, especializada en la materia. Resta saber a cuál de las 19 zapatillas pertenece el dibujo de esa suela, a partir de lo cual se va a saber quién es el dueño.
En el caso de Pertossi, se lo señala como uno de los que atacaron, también, a algunos de los amigos de Fernando que intentaron salvarlo de la feroz golpiza con “piñas y patadas”, como dijeron varios de los testigos.
En la causa, otro de los más activos fue Comelli, quien además de golpear era el que gritaba y amenazaba con frases muy duras al grupo que acompañaba a Fernando. En el caso de Matías Benicelli, fue señalado como quien alentaba a pegar. Nada se supo sobre quién fue el quinto señalado por los testigos.
Cuando se le consultó a Fabián Améndola, el abogado que representa a la familia de las víctimas, si estaba de acuerdo con que cuatro de los acusados sean sometidos a reconocimiento fotográfico en lugar de presencial, el letrado respondió que había sido un pedido de la defensa de los rugbiers, y que él, como querellante había accedido. «Los chicos, con estos días que han estado encerrados, han perdido el color tostado de la piel y las personas que han encontrado para conformar las ruedas están mayormente bronceadas. Como esto era una complicación, no pusimos ninguna traba para que se realicen algunas de estas medidas de manera fotográfica». Y aseguró que la falta de reconocimiento de alguno de los acusados no los exoneraba, ya que había una serie de peritajes que los comprometían más allá de lo que los testigos pudieran declarar.
Por otra parte, la Policía de Tierra del Fuego informó oficialmente que identificó el «modelo y tipo» de calzado con el que patearon en la cabeza a Fernando Báez Sosa a partir de una impronta que quedó marcada en la cara de la víctima, aunque todavía falta identificar cuál de los rugbiers lo llevaba puesto esa noche.
«Como siempre ocurre en estos casos, nos pasaron una imagen de un rastro, y nosotros determinamos a qué modelo y tipo corresponde. Fue una colaboración interinstitucional de rutina», explicó el subjefe de la policía fueguina, comisario inspector Oscar Alfredo Barrios Kogan. Y contó que el registro, «con la identificación de más de diez mil modelos de zapatos y zapatillas» no es único en el país («Santa Fe y Salta también tienen registros de calzado») pero sí es el más importante, ya que por las características del clima de su provincia («hace mucho frío y casi siempre y casi todos usamos guantes») se dificulta encontrar rastros de sudor o huellas digitales. «Por eso le damos mucha importancia a la clasificación de las huellas del calzado, que para nosotros son mucho más comunes y más útiles».