Nadia Riveros continúa internada tras el ataque que sufrió en Isidro Casanova. La UFI N° 3 de La Matanza ordenó analizar el cuerpo de la criatura por nacer para determinar la causa de la pérdida del embarazo.
Romina Alejandra Rivero tiene 40 años, es madre soltera, oriunda de Isidro Casanova. Recibe el Ingreso Familiar de Emergencia. Tiene dos hijos, uno de once, otra de 22, Nadia Belén. No puede acompañar a su hija, internada en el Hospital Paroissien. Romina está vendada, sin poder caminar. Recibió un tiro en la pierna derecha cuando fue baleada en un intento de robo el 13 de agosto, una bala que entró por su pantorrilla y salió por el talón, una herida grave, de un dolor casi extremo.
Nadia estaba junto a ella, embarazada de cinco meses, estudiante de manicuría y barbería, sin trabajo por la pandemia. En ese mismo robo, la joven fue golpeada sin piedad por los ladrones, mientras gritaba por su panza.
Tras el ataque, cinco días después, Nadia perdió el bebé, la nieta de Romina. “Iba a ser una nena”, le dijo Romina a Infobae: “Se iba a llamar Catalina”.
“Mi hija ahora está destruida, muy triste. Necesita contención y no quiere hablar con nadie. La acompañaremos para que se recupere lo antes posible. No tiene mucha relación con el padre de la nena”, aseguró Romina: “La situación del barrio es muy compleja. Está todo muy picante, mucha inseguridad”.
“Todo pasó cuando recién llegaba del trabajo”, contó Romina, mientras recuerda el robo: “Estaba haciendo prácticas porque estaba por entrar en un centro de salud cuando me llama mi hija y me dice que no se sentía bien. Me cambié, me preparé para ir a buscarla. Cuando voy a buscarla mi hermano me dice que me pasaba a buscar en el auto y luego íbamos por Nadia para llevarla al hospital. Le mandé un mensaje a Nadia para que estuviera lista y saliera, pero ese mensaje nunca le llegó. Entonces llegamos y como no estaba, empezamos a dar vueltas por la manzana. Después salió, y cuando subió al auto nos abordaron las tres personas”.
Así, los ladrones se repartieron la tarea: “Uno fue con mi hermano, el otro me apuntó en la cabeza y el otro sacó y golpeó a Nadia. Fue ahí que ella le pegó una patada. En ese momento, ella ya tenía la cabeza cortada. Después uno de ellos se puso nervioso, como loco, y pegó tres tiros contra el piso. Uno de los balazos entró por el gemelo y salió por el talón”.
Romina agradece su suerte, que el tiro no tocó sus nervios o sus huesos. El miedo sigue: “Te da hasta miedo de salir a dar una vuelta. Llegaron a llevarse mi billetera, mi DNI. Esperamos que los agarren pero por ahora no sabemos mucho. Sé que eran tres hombres muy jóvenes. Tenían la cara descubierta, sin barbijo, pero en ese momento no llegué a verlos”.
Mientras tanto, el mismo Hospital Paroissien será el lugar donde se realizará la pericia clave del caso, que ya fue ordenada por la UFI N° 3 de La Matanza que investiga el caso a forenses que podrán ser de una fuerza de seguridad o del hospital mismo: el estudio histopatológico y anatomopatológico al cuerpo de la bebé por nacer.
El análisis determinará, según fuentes de la causa aseguraron a Infobae, el nivel de desarrollo del feto al momento de la pérdida del embarazo, si, precisamente, el embarazo fue interrumpido por la fuerza de los golpes que Nadia recibió o por otros motivos relacionados a su propia salud. Si se confirma que el embarazo fue perdido por la violencia del robo, entonces, las posibilidades para los delincuentes se oscurecen. Podrán ser, por ejemplo, imputados del delito de homicidio en ocasión de robo, o por el aborto mismo.
La imputación, por lo pronto, y de cara a las pruebas, no está definida, algo que ocurrirá cuando los imputados sean detenidos, explican fuentes judiciales. Lo cierto es que la causa se mueve. Más allá del pedido de pericia en el Paroissien, Bianchi comienza con las primeras tareas de su investigación.