El peronista Carlos Soria se impuso con casi el 50% de los votos y le sacó 14 puntos al radical César Barbeito, candidato del gobernador Miguel Saiz. Con esta víctoria, el ex titular de la Side conquistó la provincia para el peronismo por primera vez desde la recuperación democrática.
Con más de 95% de las mesas relevadas en el escrutinio provisorio, Soria obtuvo 156.103 sufragios (49,11%) contra 114.224 (35,93%) del oficialista Barbeito y 16.963 (5,34%) de la postulante de la Coalición Cívica Magdalena Odarda. La victoria, además de histórica, fue contundente: el peronista le sacó casi 15 puntos al delfín del gobernador.
La tendencia irreversible fue reconocida poco antes de las 22 por Barbeito y el propio gobernador Miguel Saiz, quienes ante la prensa admitieron la derrota y se hicieron «responsables» de la derrota. «Es evidente que el pueblo rionegrino ha interpretado que hacía falta un cambio», dijo el mandatario provincial. Barbeito, por su parte, adelantó que «trabajará por una oposición constructiva».
En la ciudad de General Roca, en la puerta del buker peronista, se montó un escenario en el que gobernador electo, acompañado por el ministro del Interior, Florencio Randazzo y el senador rionegrino Miguel Angel Pichetto, se dirigió a sus seguidores. Dijo que convocará a otras fuerzas, como a los «radicales de buena madera».
La celebración terminó con fuegos artificiales, y con un llamado de la Presidenta, que quiso felicitar a la fórmula ganadora y formar parte de los festejos al menos a través de una llamada telefónico. En medio de la algarabía, las denuncias de fraude que Soria había realizado por la aparición de boletas supuestamente apócrifas y el ataque a unos de sus locales partidarios en medio de la jornada electoral quedaron prácticamente de lado.
De este modo, Río Negro se convierte en otra de las provincias gobernadas por el justicialismo, y la segunda en la que el oficialismo pierde (como había sucedido con Catamarca, en el inicio del calendario electoral) en manos del kirchnerismo. En ambos casos eran distritos comandados por la UCR, que pierde poder en el interior.
Más de 400 mil rionegrinos estuvieron habilitados para votar en la última de las elecciones provinciales que se llevaron a cabo antes de los comicios nacionales. También se renovaron 46 bancas de la Legislatura, que desde diciembre tendrá tres escaños más que actualmente, debido al aumento que se produjo en la población de la provincia.
Tanto el radical K Barbeito como Soria compitieron por beneficiarse por la buena performance que repitió en esta provincia Cristina Kirchner en las elecciones primarias, cuando logró el 60 por ciento de los votos, tres puntos más que en las presidenciales de 2007.
Pero Soria, quien ocupara numerosos cargos nacionales, como el de diputado, en tiempos en que se declaraba menemista, y secretario de Inteligencia de Eduardo Duhalde, cuando fueron asesinados Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, contó con la ventaja del fuerte desgaste del radicalismo, tras casi tres décadas en el poder.
Las otras cinco fórmulas que compitieron ayer fueron la de la Coalición Cívica (Magdalena Odarda-Jorge Ocampo), Confluencia para la Emancipación Rionegrina (Partido Socialista, Proyecto Sur, SI) (Omar Lehner-Mercedes Sarín), el Partido Comunista (José Vergara-Eliseo Antinori), el Partido Obrero (Amalia Quintillán-Norma Dardik) y el Partido Demócrata Progresista (Ernesto Saavedra-Alicia Salicioni).
Fuente: La PoliticaOnline