Ante los incumplimientos del pago de salarios en las cooperativas del interior de Chubut, el Sindicato Regional de Luz y Fuerza de la Patagonia salió a denunciar la situación que los llevó a realizar medidas de fuerza en varias localidades. “Los trabajadores al tener los salarios impagos, que ya suman cinco meses en algunos casos, aplican al retención de tarea. La situación no es fácil porque la falta de suministro afecta también a sus propias familias, mientras la solución no llega”, sostuvo el Secretario General del gremio, Héctor González.
En una entrevista con EconJournal, sitio especializado en energía y muy leído entre las empresas de todo el país, González explicó que la deuda de las cooperativas con CAMMESA y la AFIP trepa a los $2500 millones. El contexto provoca una crisis que se acentuó durante este año y que genera problemas operativos en la prestación del servicio en casi toda la provincia.
“Nuestra tarea se extiende no sólo para solucionar el problema de las prestatarias como son las cooperativas, sino para dar sustentabilidad en el suministro de energía eléctrica y agua a la totalidad de los habitantes de las poblaciones del interior chubutense, cuando esa es en realidad una responsabilidad indelegable del estado provincial”, argumentó González.
En este contexto varias localidades están incomunicadas, sin clases y con alimentos y medicamentos que necesitan refrigeración. “Todos los afiliados están insertos en las comunidades y sus familias también están afectadas doblemente por la situación,” argumentó González. Y agregó: “esperamos por una respuesta que haga frente a lo que estamos viviendo en la Patagonia”.
En este sentido, González -que integra la conducción nacional de la CGT- aseguró: “desde nuestra parte, los trabajadores de Luz y Fuerza han tenido siempre una actitud colaborativa, por ejemplo en la localidad de Ricardo Rojas levantaron la retención de tareas sin siquiera ver un peso” aunque manifestó “de no darse una respuesta, muchos se van a ver forzados a continuar con las medidas”.
“Al hecho de que los compañeros no cobran se le suman la suba en el precio del combustible para usinas, la rotura de equipos y solo promesas de soluciones, lo que produce un combo explosivo en muchas localidades”, argumentó González, y concluyó “Estamos en alerta en busca de reuniones y acciones concretas para superar la crisis”.