Tras la llegada de Javier Milei a Israel, el grupo islamista palestino Hamás publicó un lamentable comunicado asegurando que «condena enérgicamente» los planes del nuevo gobierno de Argentina de querer trasladar su embajada de Tel Aviv a Jerusalén.
«Una vulneración de los derechos de nuestro pueblo palestino a su tierra, y una violación de las normas del derecho internacional, considerando Jerusalén como tierra palestina ocupada«, fue como calificó el grupo terrorista a la medida que anticipó Milei desde Israel.
La agrupación guerrillera palestina está en guerra con Israel desde su creación en 1987, pero tomó fuerza en 2005 cuando logró quedarse con el control de la Franja de Gaza por una política entreguista del entonces gobierno israelí, y en octubre del 2023 cometió el peor genocidio contra judíos desde el Holocausto.
Desde entonces, Hamás ha estado en guerra activa contra las Fuerzas de Defensas Israelíes, y el gobierno de Benjamin Netanyahu ha decidido tomar acciones militares para erradicar de Gaza al grupo terrorista.
En un comunicado que se distribuyó en medios del mundo árabe, especialmente en GDH, un diario turco, lee: «Condenamos la decisión del presidente argentino Javier Milei de trasladar la embajada de su país a la Jerusalén ocupada y consideramos este paso como una violación de las resoluciones de la ONU«.
En su mensaje, se muestran apenados que Argentina dejó de tener un gobierno cómplice con el terrorismo islámico. Cabe recordar que la nación sudamericana fue objeto de dos ataques islamistas en la década del 90, contra la Embajada de Israel en Buenos Aires, y contra la AMIA.
Desde entonces, los gobiernos que lo siguieron llevaron a cabo políticas para encubrir los hechos, en especial el segundo mandato de Cristina Kirchner, donde se firmó el memorándum con Irán y se buscó otorgar blindaje a los responsables del hecho.
Según informaron fuentes diplomáticas, Argentina se convertiría en uno de los pocos países que tendrá su principal misión diplomática en la ciudad de Jerusalén, aclamada como su verdadera capital por el gobierno israelí, pero no reconocida internacionalmente como tal.
El enojo de Hamas se dio luego de que el Presidente argentino arribara este martes a Israel y anunciara el traslado de la sede diplomática. La confirmación llegó luego del encuentro que mantuvo este martes con el presidente del Estado de Israel, Isaac Herzog, y de la reunión que sostuvo el miércoles con el primer ministro, Benjamin Netanyahu.
Esperando una escalada de tensiones por la decisión, el mandatario argentino ya tiene preparado un decreto para incluir a Hamas dentro del listado de agrupaciones reconocidas como terroristas. Lo trabajó con los ministros de Seguridad, Patricia Bullrich y de Justicia, Mariano Cúneo Libarona.
Estados Unidos trasladó su embajada durante 2018
La decisión de Milei se desprende de una movida internacional que inició el presidente Donald Trump en 2018, cuando cambió la tan importante embajada de los Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalén. Fue seguido por los gobiernos de Paraguay, El Salvador y Kosovo, que se sumaron a la de Guatemala, Honduras y Nueva Guinea.
Brasil estuvo a punto de hacerlo en 2023, pero la derrota de Bolsonaro y el ascenso al poder de Lula derribó los planes que tenía el gobierno para trasladar la misión diplomática este año. Uruguay también dijo que lo haría recientemente, en palabras del propio Luis Lacalle Pou, pero sin novedades hasta la fecha.
Jerusalén como capital de Israel fue siempre el objetivo de sus padres fundadores. Sin embargo, en 1947, las Naciones Unidas concibió un estatus internacional especial para Jerusalén dada su importancia para judíos, cristianos y musulmanes. Pero en los hechos, la ciudad quedó dividida tras la guerra que siguió a la declaración de independencia de Israel en 1948, quedando la mitad en manos de judíos y la otra en manos de musulmanes.
Israel recuperó el territorio de Jerusalén Este, que en ese momento lo tenía Jordania, durante la Guerra de los Seis Días, en junio de 1967, y desde entonces es la capital de todos los israelíes. Internacionalmente no está reconocida como tal, y los palestinos reclaman la parte oriental como capital de su futuro Estado.