Como si actualmente la situación sanitaria no fuera delicada, en la década del 1900 ocurrió un fenómeno que mató a algunos niños en la ciudad con síntomas similares a los del coronavirus.
En el año 1907, una epidemia afectó con dureza a la población comodorense, precisamente a los más jóvenes. La familia de Pedro Spinazzola, numerosa en aquel entonces, sufrió la muerte de cinco de sus hijos en muy pocos días.
Al no existir farmacias como las de ahora ni médicos especializados, lo único que podía llegar a solucionar los problemas de salud de la población era el arribo de profesionales de la salud provenientes de Buenos Aires que demoraban alrededor de 12 días al puerto comodorense. En ese sentido, esperar casi dos semanas para atenderse con un doctor resultó ser algo muy desesperante para la población que poco sabía de alternativas para curarse.
La manera de prevenir contagios, como pasa hoy en día, era aislándose de otras personas, quedándose con el menor contacto posible entre amigos, vecinos y trabajadores en los campos lejanos a la zona céntrica.
Con tan solo tener un leve dolor de garganta, los primeros niños comodorenses mostraban mucha desesperación pensando que iban a perder su vida.
Foto: Paco Gasciunas
