Claudia la compañera de Tino Jhons y única querellante en la causa contra GEOP, relató el minuto a minuto del operativo, “no le tiraron a una pierna, eran 20 personas sobre él en un cuarto pequeño, con una bomba de gases lacrimógenos y una bomba de estruendo, parecía el ataque a Bin Laden”.
Según publica Consello Patagónico Claudia era la compañera de Tino Jhons, los últimos meses compartió sus días con él en Las Golondrinas en la casa que Tino había heredado de su madre. Tras largos días de dimes y diretes, Claudia habló con Radio Patagonia Andina y recordó minuto a minuto lo que vivió el jueves que un oficial de GEOP abatió a su pareja.
Claudia a las 10:48 caminaba hacia la casa cuando sintió que estaba rodeada de bultos en medio del campo que la dividía de la vivienda, pensó que eran animales hasta que pudo advertir que se trataba de un uniforme. Asustada, le pidió a Tino que ingrese a la vivienda.
«Nos encerramos, Tino agarró un rifle y se fue arriba, ellos llegaron a la puerta rompieron a patadas la puerta de la habitación, a mi me agarraron en el living me pusieron precintos y desde ahí escuchaba balas, de golpe fue silencio. No me dijeron nada, después de eso se fueron eran 20 hombres vestidos de verde. Después llegó la policía de El Hoyo, una mujer y un tipo lo más sádicos del mundo porque yo gritaba que pasó con mi marido y nadie me contestaba. No podemos hablar me decían, esperaban que llegue la fiscal. Les dije que eran inoperantes al hacer algo así y esperar a la fiscal, unos 40 minutos estuvieron. No llamaron a mi hermana se los pedí. No me dejaban moverme, me soltaron cuando vieron por la ventana que llegaba la fiscal».
Claudia, contó todo de corrido, con llantos por momentos. «Creo que media hora después apareció un tipo de azul, que intentó que firmará una orden de allanamiento, le dije me estás tomando el pelo, no di ningún dato porque no me daban datos de mi marido, me pedían la clave de wifi. Hasta que ví un maletín de policía científica y uno de ellos dijo hay que confirmar la muerte».
La previa la barbarie dentro de la casa, no hubo orden de alto, ni de allanamiento. «No entiendo este ataque feroz, lo fusilaron, después me enteró que le dieron un disparo en la cabeza. Dónde estudian las fuerzas especializadas que no pueden neutralizar a una persona, no le tiraron a una pierna, eran 20 personas sobre él en un cuarto pequeño, con una bomba de gases lacrimógenos y una bomba de estruendo, parecía el ataque a Bin Laden, todo eso contra una persona armada con un rifle 22».
Sin respuestas, Claudia la única querellante del caso aseguró que para ella y a pesar del dolor esto recién empieza. «A mí se me terminó todo porque no entiendo la vida sin Tino, pero hasta la ONU, no paró, por él y para hacerle un poco de justicia».