En un hechodramático, un joven de Bélgica se suicidó tras la propuesta del chatbot de GPT-J, el programa basado en inteligencia artificial.
Durante varias semanas se dispuso a mantener conversaciones permanentes e intensas con el programa informático, y terminó con el suicidio del hombre.
El hombre estaba casado y tenía dos hijos. Acudía a la universidad y se desempeñaba como investigador en el área de salud. Según se supo, el hombre estaba muy preocupado por la crisis climática y el futuro del planeta.
La consternación se apoderó de Bélgica, y por tal motivo el responsable federal de Digitalización llamó esta semana a aclarar las responsabilidades en estos casos.
La obsesión del fallecido con el programa informático fue cobrando tal aumento, que se terminó aislando de sus seres queridos, se separó del mundo y mantuvo durante semanas esas conversaciones “frenéticas” con el chat.
La verisón de la esposa de Pierre
Asimismo, y tal como lo refleja el diario La Libre Belgique, el hombre terminó buscando «refugio» en un chatbot llamado ‘Eliza’ en la página de la aplicación estadounidense Chai.
Por último, la mujer de la víctima reveló que las conversaciones, cuyo contenido muestran que el chatbot «nunca contradecía» a Pierre, quien un día sugirió la idea de «sacrificarse» si Eliza aceptaba «cuidar el planeta y salvar a la humanidad gracias a la inteligencia artificial». «Sin estas conversaciones con el chatbot, mi marido aún estaría aquí», aseguró su viuda.