“Sin políticas de largo plazo o sin dirigentes que las sostengan, sólo podemos esperar un agravamiento de la situación. No podemos seguir viendo a dirigentes sindicales o políticos a tiros en la calle. No podemos permitir a los que tienen responsabilidad directa por el cargo que detentan o el que aspiran detentar que miren para el costado o se victimicen sin dar respuestas que la sociedad está esperando”, afirmó en clara alusión al intendente Martín Buzzi.
“Toda la dirigencia política y social se detenga a reflexionar acerca de los brotes de violencia que se viven en Comodoro Rivadavia”, sostuvo Guinle.
El senador nacional Marcelo Guinle reclamó ayer que “toda la dirigencia política y social se detenga a reflexionar acerca de los brotes de violencia que se viven en Comodoro Rivadavia”, como ocurrió el jueves entre dirigentes y militantes del gremio de la construcción y que “ha sido el reflejo más claro de otros hechos preocupantes ocurridos en el resto de la provincia”.
Para el legislador, “esa exhibición de armas de fuego, esa lógica de dirimir conflictos a través de la violencia directa y la agresión física a los adversarios, revelan algunas cuestiones profundas de nuestra sociedad”.
“Resulta evidente una crispación cotidiana, que coexiste con el temor por la inseguridad y los hechos de violencia provocados por la delincuencia”, señaló.
“Debajo de esas conductas son visibles los rasgos de una sociedad que muestra blancos y negros muy notorios. Por un lado está el consumo creciente y la exhibición de bienes por parte de aquellos que disfrutan en el centro de la riqueza. Por el otro, la demanda y la presión de quienes siguen excluidos del reparto de la renta, dentro de una ciudad donde resulta difícil acceder a los bienes que aseguren una vida digna, con trabajo, buena alimentación, salud y educación”, remarcó.
DESAFIO
“Ante este panorama, debemos hacernos cargo y no mirar para el costado ni victimizarnos”, puntualizó Guinle.
“El desafío para los dirigentes políticos y sociales es plantear políticas integradoras, porque la violencia tiene muchos orígenes, y una de ellas es la desigualdad. Ninguna acción tendiente a una mayor seguridad o control será efectiva sin políticas sociales de contención, sin un ordenamiento urbano integrador, sin una política profunda de reacomodamiento social con oportunidades para los que no logran hacer pie”, destacó el senador chubutense.
“Provoca un inmenso dolor ver a mi ciudad, cruzada por tensiones y violencia, saturada en sus servicios esenciales, sin un proyecto local propio y contundente de desarrollo”, describió.
“Sin políticas de largo plazo o sin dirigentes que las sostengan, sólo podemos esperar un agravamiento de la situación. No podemos seguir viendo a dirigentes sindicales, o políticos, a tiros en la calle. No podemos permitir a los que tienen responsabilidad directa por el cargo que detentan o el que aspiran detentar que miren para el costado o se victimicen sin dar respuestas que la sociedad está esperando. Eso es la negación de la democracia”, apuntó.
“La sociedad chubutense reclama un compromiso claro de todos nosotros. Mucho más, de quienes aspiran a liderar un proyecto”, finalizó.
