Son parte de los 20 argentinos en tránsito en Ucrania. Esteban y Karina se convirtieron en padres a través de una subrogación de vientre. “Hay una tensión tremenda”, dicen.
«La sensación es que en el fondo nadie creía que iba a pasar esto», dice Esteban, un emprendedor nacido en Buenos Aires, del otro lado del teléfono. Él junto a su mujer, Karina, son dos de los 20 argentinos que se encuentran en tránsito en Ucrania (otros 83 viven allí), en medio de la invasión militar rusa.
Después de la cena de este jueves, casi 24 horas después del inicio del ataque ordenado por Vladimir Putin, atendió a Clarín (prefirieron no mostrar sus fotos ni su apellido) para contar detalles de su situación y de los otros compatriotas que están con ellos, otras dos parejas argentinas. «Nos llegó un mensaje del consulado argentino diciendo que tras el toque de queda de este viernes vayamos directamente a instalarlos a la Residencia Argentina en Ucrania», cuenta.
Esteban y Karina llegaron a Kiev, la capital ucraniana, el 8 de febrero. No se trata de un viaje de placer. Bueno, en verdad, sí. Si bien no fueron de vacaciones, el motivo de haberse ido a un destino que no está dentro de los turísticos convencionales de Europa es el de convertirse en padres a través de la subrogación de vientre. La gestante tuvo a Enzo el mismo martes 8 y los tres tienen pasajes de regreso para el 24 de marzo. Sin embargo, el panorama cambió abruptamente.
En la últimas horas lograron dialogar con la embajadora Elena Leticia Mikusinski, que se puso a disposición. «Una de las parejas que está con nosotros tenía el contacto de ella y fue la propia embajadora la que les dijo que les diera su número personal a los otros argentinos para que nos pusiéramos en contacto», explica Esteban. Y detalla: «Hablé con la embajadora. Nos pidió paciencia y nos dijo que estaban trabajando para brindarnos una solución. Se propusieron ver cómo resuelven cada caso. Después, cada uno tiene que decidir de acuerdo a su situación personal».
Esteban y Karina tuvieron a Enzo a través de la clínica BioTexCom. Ellos se encuentran ubicados en un complejo denominado Sofía City, que está situado a unos 30 minutos en auto del centro de Kiev. «Nos dijeron que debíamos evitar la zona céntrica. Y nos recomendaron que nos alejemos de las ventanas, por eso cambiamos la cama y los muebles de lugar en el departamento. Yo no escuché estruendos, pero uno de los argentinos que está con nosotros nos dijo que él había escuchado detonaciones», narra.
Enfermeras de la clínica BioTexCom, en 2020, durante un acto de entrega de bebés a padres que optaron por la subrogación de vientre. Foto: Reuters
De pronto, la voz de Karina se escucha de fondo: «Me acaba de llegar un mensaje desde el consulado que nos informa que podemos ir mañana (por este viernes) a la Residencia Argentina a instalarnos». Algo que les aporta un poco de tranquilidad ante tanta incertidumbre.
«Hay una tensión tremenda. Los otros chicos se pusieron muy mal por la situación. Nosotros tratamos de mantener la calma dentro de lo posible. Hay incertidumbre. La gente llora y colapsa. Los días previos pasaban aviones militares, además de los comerciales. Hoy en el centro estaba todo cerrado. El tránsito era un caos y quedaron las rutas colapsadas. Mucha gente está desorientada. Nos dijeron en el complejo que si a la noche escuchamos una sirena, todos tenemos que ir de inmediato al comedor», describe lo que se vive en Ucrania ante el avance ruso.
Y agrega: «En los negocios había mucha cola de gente llevándose cosas. En forma muy ordenada lo hacían. No había locura. Se estaban stockeando de alimentos. Tenemos que conseguir la leche del bebé, fuimos a cuatro o cinco lugares y no pudimos hacerlo».
Antes de la comunicación con la embajada, estaban expectantes para ver si debían evacuar hacia el búnker que la clínica tiene preparado, a una hora de donde se encuentran, en un lugar más abierto. «Hace unos días nos subieron a una combi y nos llevaron al refugio. Una demostración de que había una planificación llegada la posibilidad. Esto lo puso la clínica. En el búnker se pierde todo tipo de conexión con el exterior. Pero durante todo el jueves nadie nos ordenó evacuar», explica Esteban que junto a su mujer aguarda el alta definitiva de su hijo para luego poder ir hacia la embajada.
«Nosotros debíamos hacer una serie de trámites del bebé para que validen su pasaporte. Con la partida de nacimiento apostillada debíamos presentarnos en la embajada para luego poder viajar con Enzo a la Argentina. En virtud de este nuevo escenario, la embajada declara la emergencia y dice que le otorga el pasaporte a todos los bebés de forma simplificada y nos hacen firmar un compromiso de que vamos a continuar con los trámites desde la Argentina», enumera los pasos a seguir de su situación.
Lo que todavía no saben es cómo saldrán del territorio ucraniano. «Estamos en manos de la embajada», confía Esteban. Ambos aguardan que una vez allí puedan tener un panorama mucho más claro para alejarse de tanta incertidumbre y tensión poder empezar a disfrutar de su nueva familia, a salvo.