El ambiente era propicio para un espectáculo deportivo en paz, pero algunas decisiones del árbitro Comesaña caldearon el ambiente y derivaron en incidentes en las tribunas del Raúl Conti y en las calles de la ciudad chubutense.
Sobre el final del encuentro, cuando el Aurinegro ya ganaba 1 a 0 con gol de penal de Nicolás Sánchez, hinchas del equipo local arremetieron contra los allegados y dirigentes de la visita, ubicados en un codo del estadio.
Se vivieron minutos de tensión donde el partido corrió riesgo de suspensión, pero pudo completarse.
Ya en las afueras del estadio, se produjeron cruces entre hinchas de ambos equipos con agresiones y robo de pertenencias.