El porcentaje es en promedio diez puntos más bajo a nivel nacional. A pesar de ello, a nuestra provincia solo la superan La Rioja (46,4%); Tierra del Fuego (45,4%) y Buenos Aires (45,3%).
Un 35% es el total de los alumnos de escuelas estatales termina el secundario en el plazo previsto a nivel nacional: El informe del Centro de Estudios de la Educación Argentina (CEA) advirtió sobre el bajo nivel de alumnos que logran terminar el secundario en el plazo previsto y vinculó ese porcentaje principalmente a la pobreza. “Nuestra escuela secundaria no es inclusiva ni de calidad, como lo puso en evidencia la última Prueba Pisa del 2018”, alertó Alieto Guadagni, director del CEA.
En momentos en que las clases se encuentran suspendidas en todo el país por la pandemia del coronavirus y sólo se permite la presencia de alumnos voluntaria en las aulas para una “revinculación” escolar, el Centro de Estudios de la Educación Argentina (CEA) dio a conocer el bajo porcentaje de estudiantes de colegios estatales que logra termina el nivel secundario obligatorio en el plazo previsto.
Sobre el cierre de escuelas, esta semana advirtieron sobre la necesidad de que los niños vuelvan a las clases presenciales tanto la Organización Mundial de la Salud como UNICEF, en sendos pronunciamientos que alertan sobre las consecuencias sobre la salud mental de los jóvenes de todo el mundo.
En ese contexto, el Centro de Estudios de la Educación Argentina de la Universidad de Belgrano, concluye en su último informe sobre la base de los últimos datos disponibles publicados por el Ministerio de Educación, que sólo el 35% de los alumnos de escuelas estatales termina el secundario en el plazo previsto.
“De los 818.182 niños que comenzaron primer grado en el año 2007, sólo 356.212 alumnos, es decir el 43,5 por ciento, finalizaron el colegio secundario doce años después, de acuerdo con el Ministerio de Educación”, resalta el informe.
Como contrapartida, “las escuelas secundarias de gestión privada graduaron el 69,4 por ciento de los alumnos que iniciaron su escolaridad primaria en 2007, mientras que las de gestión estatal apenas lo hicieron con el 35,4 por ciento, según puntualiza el reporte”.
El análisis también difiere en cada una de las provincias. Por ejemplo, en Tierra del Fuego y la ciudad de Buenos Aires culmina el ciclo secundario casi el 60 por ciento de los alumnos.
Mientras tanto, en Corrientes, Misiones, Santiago del Estero esa cifra es menor al 35 por ciento, y se reduce aún más hasta un 25 por ciento entre los estudiantes de entidades estatales.
“Cuando la pobreza es estructural, como la que padecemos, son necesarias líneas de acción que apunten directamente a la raíz del flagelo de la pobreza con exclusión social. Esas propuestas superadoras se concentran en la educación. El requisito mínimo es la escolarización completa de los adolescentes. Pero hoy nuestra escuela secundaria no es inclusiva ni de calidad, como lo puso en evidencia la última Prueba Pisa del 2018”, analiza Alieto Guadagni, director del CEA.
“En 2006 se dictó la Ley 26.206 que establece la obligatoriedad escolar entre los cinco años y el fin del ciclo secundario. En tanto, la Ley 27.045, de 2014, estableció también la obligatoriedad de la sala de 4 años de nivel inicial. Es hora de cumplir estas disposiciones legales. Nuestros adultos pobres y excluidos no terminaron la secundaria. Debemos lograr que sus hijos completen su escolaridad con buen nivel educativo. Así podremos quebrar este círculo nefasto de la reproducción intergeneracional de la pobreza”, concluye.
