Ginés González García elogió el sistema sanitario argentino ante la pandemia este domingo 26 de julio, y descartó la posibilidad de un colapso de la capacidad de camas de terapia intensiva en el futuro cercano. «No hay ningún riesgo cercano de colapso, pero seamos cautos», aseguró el ministro de Salud Pública, y además volvió a destacar la importancia de mantener los cuidados.
«Yo soy cauto y cuidadoso. Felizmente hemos hecho un desarrollo, hay un 41% de camas de terapia intensiva; que no solo es el respirador, la cama y el espacio físico, sino también el personal, los trabajadores, que están haciendo un esfuerzo sobrehumano, día y noche. Soy cauto, creo que todavía tenemos margen, no hay ningún riesgo cercano de colapso, pero seamos cautos», sostuvo el titular de la cartera sanitaria nacional entrevistado en Impacto Político, ciclo que se emite por C5N.
En la misma línea, el funcionario afirmó que «la administración de los casos es lo fundamental». «Si nosotros, como dije muchas veces, dejamos de cuidarnos, de cumplir el aislamiento, dejamos de hacer distanciamiento, dejamos de usar barbijo, las consecuencias aparecen 10 ó 15 días después. Tenemos que seguir con firmeza cuidando lo que ya hicimos», recalcó.
Sobre la distribución del COVID-19 en el territorio nacional, González García consideró que «si bien, por magnitud, el problema central está en el AMBA, estamos con apariciones en distintas provincias». «Nadie puede considerarse exento. El virus está acá y vamos a tener que acostumbrarnos que esté por un tiempo. No podemos bajar los brazos», reiteró.
El ministro de Salud elogió también los ensayos clínicos realizados en el Instituto Malbrán. «Hemos hecho muchas cosas, pero quizás la más prometedora es la que se está haciendo en suero equino. Empezó la prueba en humanos y que realmente tiene una potencia contra el virus, in vitro y ahora se estará probando en personas», reportó.
Ginés sostuvo que el tratamiento «podría estar» disponible «antes de la vacuna» del coronavirus, y aseguró que habrá «capacidad de producción, o sea que podría haber disponibilidad industrial». «Yo tengo un enorme optimismo. Hay que comprobar que el efecto que tuvo en el laboratorio lo tenga en las personas. Mientras tanto, la única vacuna es cuidarnos», concluyó.