A nueve meses de las próximas elecciones, el Congreso destituyó por 39 votos a favor al presidente Fernando Lugo, quien en su discurso de despedida les aseguró a «todos los paraguayos y paraguayas que sueñan con un Paraguay diferente, que siempre podrán contar conmigo», exhortó a que «cualquier manifestación sea con aristas pacíficas» y pidió que «la sangre de los justos no se derrame nunca más por asuntos mezquinos». Afirmó que a pesar de que «las leyes fueron torcidas de manera cobarde y alevosa» se someterá a la decisión del Congreso y responderá con sus actos como exmandatario «al llamado de los compatriotas, los más humildes y excluídos».
Luego de agradecer el apoyo brindado por las Fuerzas Armadas y a las organizaciones sociales que lo acompañaron durante los cuatro años de su presidencia, afirmó que nunca respondió «a claques políticas, las mafias ni al narcotráfico».
«No es Fernando Lugo el que recibe un golpe, no es Fernando Lugo quien es destituido, es la historia paraguaya la que ha sido herida profundamente», aseguró el exmandatario en el inicio de su discruso de despedida y sostuvo que «se han transgredido todas las normas de la defensa de manera alevosa y espero que sus ejecutores tengan en cuenta la gravedad de esto».
«Este ciudadano respondió y seguirá respondiendo a los compatriotas (…) Hoy me despido como presidente pero no como ciudadano», dijo Lugo al tiempo de asegurar que nunca respondió «a claques políticas, las mafias ni al narcotráfico». «Esta noche salgo por la puerta más grande de la patria, por la puerta del corazón de mis compatriotas», agregó.
Ayer, el Congreso resolvió intempestivamente iniciar un juicio político a Lugo por presunto «mal desempeño en sus funciones» tras el enfrentamiento entre policías y campesinos que, durante una toma de tierras en Curuguaty la semana pasada, dejó un saldo de 17 muertos. El Partido Liberal, de mayoría parlamentaria, anticipó que el presidente sería destituido, y que en su lugar quedaría Federico Franco, que responde a esa fuerza política.
Durante una entrevista radial, Lugo aseguró que acatará lo que se decida en ese juicio, al que calificó de “golpe parlamentario con ropaje jurídico”, pero advirtió que impulsará «una resistencia» desde «otras instancias organizativas». Remarcó que cuenta con «un gran apoyo popular» y agradeció los llamados de apoyo que recibió de pares de la región, entre ellos de la presidenta Cristina Kirchner.
«Es más que un golpe de Estado al Presidente, un golpe parlamentario con un ropaje jurídico, con una herramienta como es el juicio político pero con motivos que no se ajustan a la verdad», describió Lugo y enfatizó que los motivos esgrimidos por la oposición para iniciarle el proceso «no ameritan» impulsar ese mecanismo. No obstante, ratificó que lo afrontará, a partir del «apoyo popular» y de los «sectores más vulnerables de la sociedad paraguaya».
Fuente: Página 12