Los gobernadores del norte argentino no se rinden en su cruzada por eliminar del calendario electoral a las primarias abiertas simultáneas y obligatorias (PASO).
Según la nota de La Nación ni oficialistas ni opositores sueltan la «rosca» al interior de sus propias coaliciones políticas. El planteo de máxima de los gobernadores es suprimir la instancia de las elecciones primarias de agosto.
Pero ahora sumaron un plan B: la posibilidad de aplazar el calendario electoral -un mes por lo menos- para evitar que la campaña de vacunación contra el coronavirus se superponga con la campaña electoral.
«Hay que definir si (las PASO) se van a sostener o si se va a promover su suspensión. También está el tema de la fecha, porque es probable que frente a una pandemia que todavía está lejos de extinguirse sea necesario tener mejores condiciones sanitarias. Eso podría requerir un diferimiento de la fecha, por lo que también debe formar parte del debate público», sostuvo Capitanich.
Aplazar las elecciones, además de evitar una campaña proselitista condicionada por la pandemia, le daría más tiempo al oficialismo para mostrar mejores signos de recuperación económica.
Por ahora, en la Casa Rosada siguen apegados al calendario oficial: en las próximas horas se espera que el Gobierno publique en el Boletín Oficial la licitación para el escrutinio provisorio, tanto de las PASO de agosto como de las generales de octubre. Es que en el Congreso no están los votos, en ninguno de los dos principales interbloques.