La propina no supera el 1% del total.
El mesero de una parrilla ubicada en el estado mexicano de Puebla recurrió a sus redes para mostrar la propina de 7 pesos mexicanos que recibió por un servicio de más de $2.000. El trabajador esencial compartió la imagen en sus historias de Instagram, pero fue cuando llegó a Twitter que se viralizó.
En la foto del ticket, que esconde esratégicamente el nombre y datos del cliente, se ve el total que gastó en cervezas y cortes de carne a la parrilla: la cuenta fue de $2.193 pesos mexicanos. Conviertiéndolo a la moneda argentina, la cena salió más de $10.000 pesos, y el mesero debería haber disfrutado de una propina de aproximadamente mil.
En cambio, sobre el papel el cliente dejó dos monedas en propina. El total de 7 pesos no llega a representar el 1% del total de la compra. La imagen fue compartida en Twitter a través de un portal local, que reportó sobre la situación en el restaurante «Ta Cabrón» de la localidad de Cholula.
La imagen delata la extravagante cena del comensal, que disfrutó de tabla de quesos, mariscos y copas de tequila además de las famosas carnes mexicanas antes de retirarse, dejando atrás la minúscula propina. Usuarios de la red social variaron con sus opiniones del acontecimiento: mientras unos apoyaron al mesero otros recordaron que la propina no es obligatoria, sugiriendo que el mesero se «relaje».
En el país latinoamericano, las propias son reguladas en la Procuraduría Federal del Consumidor, documento legal que especifica que la propina es una “gratificación voluntaria por el servicio”.
Mientras queda prohibido a los establecimientos demandar un porcentaje obligatorio, el texto si recomienda a los comensales dejar entre el 10 y 15% del consumo total como propina a los meseros.