Horas después que desde el Kremlin afirmaran que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, decidió aplicarse la vacuna Sputnik V contra el coronavirus, sobre la cual aún no hay resultados concluyentes, el gran maestro de ajedrez Garry Kasparov publicó en redes sociales un mensaje en el que declara que no confía en los dichos del mandatario.
«Putin dice que se vacunará después de algunas ‘formalidades’ la misma semana en que la vacuna Pfizer se lanza en Europa. ¡Qué casualidad! No importa lo que diga la etiqueta del frasco, no hay posibilidad de que se aplique la vacuna rusa Sputnik no probada», dijo el ruso, también político y escritor.
Así se refirió a la falta de información detallada sobre los ensayos en adultos mayores, dado que en un primer momento la droga fue recomendada para personas de entre 18 y 60 años y que días atrás el propio Putin había dicho que no se había inoculado porque aún no había recibido la recomendación de los especialistas porque tiene 68 años. Pese a que tras ello la Sputnik sí fue recomendada para mayores, los resultados completos al respecto no se hicieron públicos.
«Un país con un enorme programa de dopaje deportivo y un laboratorio de asesinatos con armas químicas podría producir y probar una vacuna confiable. Pero las dictaduras roban, engañan y matan mejor de lo que innovan», agregó.
Con estos dos posteos, el mejor ajedrecista del mundo sembró desconfianza sobre las declaraciones de ayer del portavoz del gobierno ruso, Dmitry Peskov, quien indicó en una entrevista con la televisión que Putin se quiere dar la vacuna.
«Dijo que lo vacunarán, tomó esa decisión y estaba esperando hasta que se completaran todos los trámites», afirmó el funcionario del Kremlin.
Rusia lanzó a principios de diciembre un programa de inoculación voluntaria con la vacuna Sputnik V, producida por el país, comenzando con los grupos más vulnerables en Moscú. Las personas mayores de 60 años pueden comenzar a solicitar la inyección a partir de hoy, indicó el alcalde de la capital, Sergei Sobyanin, en su sitio web, un día después de que el Ministerio de Salud dijera que la vacuna fue aprobada para su uso en personas mayores después de un ensayo separado.
Sin embargo, debido a la falta de información oficial y en revistas científicas sobre la droga, algo que no sucede con otras candidatas para detener al brote, como la de Pfizer/BioNTech o la de AstraZeneca y la Universidad de Oxford, varios científicos y gobiernos del mundo dudan sobre la eficacia anunciada por Putin, mayor del 90 por ciento.
Mañana, tras recibir 300 mil dosis de este fármaco, la Argentina comienza cerca de las 9 su proceso de vacunación en todo el país, con el personal sanitario como primer destinatario. Desde ayer camiones refrigerados empezaron a salir desde el centro de distribución de la empresa Andreani en Avellaneda, hacia las provincias. Horas atrás, el jefe de Gabinete Santiago Cafiero declaró que «sería bueno» que el presidente Alberto Fernández se la aplique.
Fuente: lanacion.com.ar