Stefano Ceci era parte del círculo íntimo del astro desde hacía 20 años y le manejaba algunos negocios en Europa. Y sorprendió con sus sentencias en una entrevista con un diario italiano.
Stefano Ceci conocía en profundidad a Diego Maradona desde hacía 20 años, cuando honrando su condición de fanático del astro y del Napoli, viajó hasta Cuba para estar cara a cara con su ídolo, que se encontraba en el establecimiento La Pradera bajo tratamiento por sus adicciones. Durmió en la calle para conseguir su objetivo. Y terminó consiguiendo una silla en su círculo íntimo, al punto de transformarse en su enlace en los negocios en Europa, escribir un libro sobre su relación, pasar junto a él cumpleaños y Fiestas, y hasta convivir en su última etapa como técnico del Fujairah FC en Dubai, consigna Infobae.
El Tano, tal como lo llamaba Pelusa, le brindó una entrevista al diario La Repubblica de su país, en la que dejó varias sorprendentes revelaciones. “No estaba físicamente a su lado cuando murió. Yo era el Tanito, su punto de referencia, viví junto a él hasta marzo, cuando el maldito COVID bloqueó los viajes. La última vez que lo escuché fue una semana antes de que lo operaran, por Facetime”, contó cuándo había sido su último contacto. Luego sólo habían cruzado mensajes vía redes sociales, como el día del aniversario 60 del Diez.
“Puedo decir algo con seguridad: Diego se dejó llevar. Estaba cansado de vivir. Estaba deprimido. El encierro y todas las restricciones por la pandemia le dieron el golpe final. Puede haber errores, pero me lo dijo hace un año: ‘Tanito, estoy cansado, voy con mi mamá y mi papá’”, confesó, en una frase que dio la vuelta al mundo. Doña Tota y Chitoro habían fallecido en 2011 y 2015, respectivamente. En los días previos a su cumpleaños, Maradona supo aceptar que la ausencia de sus padres en un momento tan especial lo tenía particularmente golpeado. Y post intervención por el hematoma subdural en el hemisferio izquierdo, cada vez que los nombraba, se emocionaba al borde de las lágrimas.
“La suya era una muerte anunciada. Diego lo decidió. Si quería algo, no había forma de contradecirlo. No se le debería haber permitido salir del hospital una semana después de haber sido operado de la cabeza, pero decir que no para los que estaban con él en esos días hubiera significado enfadarlo. Maradona era una máquina de hacer dinero”, agregó. Ceci supo participar de dichos negocios. En 2017, por caso, organizó la gira de Maradona por Napoli. Y era nexo con las grandes cadenas del Viejo Continente cuando buscaban hacer especiales o documentales sobre el Diez.
Ya 48 horas después de la muerte del ex fantasista, el Tano había hecho ruido con sus declaraciones al programa radial Kiss Kiss Napoli: “Diego dejó de ser Diego cuando cumplió 15 años: desde que se convirtió en Maradona, ha estado solo”.
En los últimos meses Diego estaba realmente cansado. Veía que algo ya no era lo mismo. Hasta hace dos años, en Dubai jugaba al fútbol y al padel una vez a la semana con personas de 15 a 20 años más jóvenes. Estaba físicamente activo, pero veía que también estaba perdiendo el amor de Rocío. El caos familiar giraba en torno a Diego, que nunca tuvo la paz. Era una persona frágil y humilde”, concluyó entonces.