Se cuestiona la falta de cumplimiento en la construcción de viviendas, problemas de calidad, retrasos en entrega y cobros injustos, exigiendo transparencia y soluciones para los afectados.
“Acá incumplieron, presentan planos en la Municipalidad donde dicen que necesitan viviendas portamuros y todo eso. ¿Dónde están? ¿Dónde está el sistema constructivo? ¿Dónde está el subsuelo? No se hizo porque sale carísimo, pero prorratearon 630 viviendas, hubiera sido un 0,5% del monto de la obra, y no se hizo. Dice la comunicación en el artículo 266, que si no se hace un estudio de suelo, tienen la posibilidad de hacer un recambio de 50 centímetros en la superficie de la casa. Tampoco se hizo. Entonces dice que si no lo hacen, es civil y penalmente responsable la persona que construye. Qué sorpresa, tenemos planos firmados por arquitectos, ingenieros, acá hay inspectores que son profesionales, maestros de obra. La municipalidad no controló a nadie, nadie controló, hicieron lo que quisieron con nuestras casas. Pero sí, ojo, hay que pagar la cuota”, reclamaron.
Uno de los manifestantes indicó que “conozco familias que dejaron casi el sueldo cuando en la pandemia trabajaban 2, en la pandemia quedó 1, y después quedaron sin trabajo. En nuestro barrio hay un sector de la UOCRA, y yo sé que muchos de ellos están desocupados, ¿de qué viven? De la changa. Y esa persona puede pagar una cuota de 200.000 pesos y alimentar a su familia. Una vez un vecino me dijo, Jesús, estoy ahogado con la cuota, ¿le doy de comer a mis hijos o pago la cuota? Tenés que darle de comer a tus hijos, tenés que hacer eso, le dije”.
“Que den la cara, que digan, vamos a una reunión con los vecinos, sentémonos en una mesa a discutir, que hicimos cuando esa presidenta, hace un año y pico, yo viajé a Rawson, juntamos 490 firmas, le pedimos, saque el UBI, cóbrenos con otro tipo de sistema, con el aumento salarial, con algo. El UVIS todos los días sube, ¿por qué? Porque está atada al índice de inflación minorista que sube todos los días. No se puede pagar 300 cuotas así como vamos, es imposible”, lamentaron.
Y agregaron que “hay cajas de notas enviadas al IPV de un montón de vecinos, que vengan porque las casas se están dañando, que vengan a verlas. Nunca vinieron, hay 4 o 5 casas, de las 630 viviendas, y que dicen, ah, tiene una rajadura en la pared, mandan a un albañil con media cuchara o un pintor, y le mandan enduido, ya está, listo. ¿Puede arreglarse una pared, un techo de hormigón con enduido? No lo puedo arreglar. De un lado nos exigen, nos aprietan, nosotros les mandamos una carta documento, porque esa vez vino la señora Papaiani a Ciudadela, lo hicimos con 490 firmas que fuimos a la Cámara de Diputados, al despacho del gobernador y al IPV”.
“Papaiani era del gobierno de la gestión anterior, de Arcioni. Se va, listo, se cambia la gestión. Qué sorpresa que hoy veo en los medios que ella vuelve a ser funcionaria de este Gobierno. Entonces, digo, nos están tomando el pelo. Cuando el IPV no podía afrontar los pagos de las certificaciones de los avances de obra, las empresas que hacían, tenían que despedir gente, no pueden seguir pagando si no tienen los fondos. Entonces tomaban cuadrillas, como para seguir y ver si podían cobrar. No es problema nuestro que el IPV no les pagó a las empresas”, sostuvieron.
Esos fueron solo algunos de los varios problemas planteados. Esto con la cuota que le han sumado, que le hicieron firmar hace unos años atrás, y que ahora está entre doscientos mil y trescientos mil pesos, con un aumento del cien por ciento, por lo que hay gente que va a estar pagando seiscientos mil. “Imaginate esto a 25, 30 años, que es lo que implica el contrato con el IPV. Es insostenible. Eso era lo que decía el vecino, vamos a terminar pagando unas viviendas millonarias”, cerraron.