Un nuevo relevamiento sobre la situación de las familias y consumidores argentinos acerca del presente y sus expectativas acerca del futuro muestran un panorama claramente negativo: predominan el pesimismo, la principal preocupación, por lejos, sigue siendo la inflación y la percepción positiva acerca de la situación actual es de solo 31%, el número más bajo de los últimos dos años y 26 puntos porcentuales inferior a la respuesta a la misma pregunta realizada en 2022, en tanto la percepción abiertamente negativa aumentó en 12 puntos, según publica Infobae.
Tales alguno de los hallazgos de la más reciente encuesta Shop App Insights y la consultora Ecolatina. Además, al pesimismo sobre la situación y las perspectivas de la economía se agrega una marcada preocupación política, a partir de una percepción de falta de claridad y un fuerte pesimismo sobre el futuro cercana.
Otra sensación muy fuerte que surge es la incertidumbre, que según un resumen de la encuesta «gobierna el humor social, separándose ampliamente de los demás sentimientos que imperan, y creciendo 9 puntos porcentuales versus el relevamiento a principio de este año».
Las respuestas a la encuesta surgen de la evaluación que hacen las familias y consumidores de cómo les ha ido a lo largo del año. Por caso, se registra un claro aumento de los niveles de endeudamiento, que crecen 6 puntos respecto de enero y en el caso de los estratos sociales más bajos crece hasta 10 puntos.
Economía, la principal preocupación
Si bien el ranking de preocupaciones sobre el futuro se mantiene, la economía se destaca claramente por sobre las demás: crece 7 puntos la preocupación por la economía familiar y 8 por la economía del país.
La preocupación por la economía supera la preocupación por la salud, que sigue perdiendo peso en este ranking.
Otra de las preocupaciones que le siguen a la inflación, están en buena medida ligadas al mismo fenómeno: reducción de los ingresos y ajuste del nivel de vida. Entre las 3 menciones las respuestas alcanzan el 67% del universo consultado. Esto es, dos de cada tres argentinos está preocupado por la inflación, por la reducción de los ingresos que implica y por el consecuente ajuste hacia abajo en los niveles de vida.
Más endeudados
En cuanto al aumento del endeudamiento, la principal vía es mediante tarjetas de crédito (50%), seguida por préstamos de familiares y amigos. A su vez, la causa del aumento de las deudas personales o familiares es pagar gastos cotidianos (42%), “otras deudas” (15%), “otros” (13%) y pago de gastos inesperados (13%). Esto es, un 83% de los encuestados reconoce haber aumentado su endeudamiento por causas usuales en la vida de una familia o una persona.
Las principales estrategias para enfrentar este panorama y las negativas expectativas económicas, consistieron, según la encuesta, en reducir el gasto (39%), financiarse vía tarjetas (18%) y recurrir a los ahorros personales (15%). Esto es, un 62% de la población que redujo su nivel de vida, se endeudó o tuvo que romper el chanchito, lo que significa empobrecimiento no solo en términos de consumo sino en términos de riqueza, esto es, del conjunto de activos de los que dispone una persona o familia.
Dice un pasaje del trabajo: “el pesimismo es el mayor ganador del último semestre, capturando la percepción del futuro para un 35% de los argentinos, 11 puntos más que a principio de año”.
Notablemente, además, el pesimismo aumenta más en los sectores alto y medio de la población, tal vez porque en los sectores bajos domine aquella frase que Fontanarrosa le hacía decir a su personaje Inodoro Pereyra: “mal, pero acostumbrado”.
Además, señala el trabajo de Shop App Insights y Ecolatina, “la incertidumbre crece y gana mucho terreno como la emoción más imperante en la población argentina, alcanzando ya a casi 3 de cada 10 personas, y creciendo 9 puntos respecto de la encuesta conducida un semestre atrás. La esperanza sigue estando segunda como sentimiento, pero con mucho menos peso, perdiendo 6 puntos. La angustia y el cansancio crecen, y desplazan de la tercera y cuarta posición al optimismo y la alegría”.