El Senado aprobó en la votación general la Ley de Financiamiento Universitario con 56 votos afirmativos, 11 negativos y 1 abstención en un duro golpe al Gobierno Nacional.
De ese modo, se busca destinar mayor presupuesto para las universidades públicas nacionales y una recomposición salarial para docentes y no docentes.
La Oficina de Presupuesto del Congreso de la Nación estimó un impacto de 0,14% del PBI para este año, o el equivalente a 738.595 millones de pesos.
Sin embargo, la gestión de Javier Milei ya anticipó que, al igual que con la nueva fórmula de movilidad jubilatoria, vetará la ley.