Al respecto, el comerciante Juan Manuel Fernández, miembro de la Cámara Hotelera y Gastronómicos, aseguró que “detectamos que estamos a casi un 35% abajo en lo que es facturación, ventas, obviamente que los precios son diferentes de un enero a otro, con lo cual cuando vos hacéis el estudio, es como que decís, bueno, gané más dinero en enero del 2024, cuando en realidad es por el cambio de precio”.
“Lo que sí notamos es mucha menos gente en los restaurantes, que los proveedores, determinados productos son totalmente dispares, productos que no tendrían por qué aumentar, aumentaron hasta un 500% de golpe, y otros que más o menos se mantuvieron, entonces eso nos hace bastante difícil a nosotros poder prever el hecho de qué productos aumentan, y cuáles no”, analizó.
Y agregó que “es muy difícil poder manejar la carta, porque cuando vos empezás a notar que de repente en descartables aumentaron casi un 400%, antes una bandeja te salía 8 pesos, y ahora me están saliendo 45, o 50, entonces es como que esos son productos agregados al precio final, cuando vos hacéis delivery y demás, la verdad que es bastante complicado”.
“Y en febrero notamos que hubo más baja inclusive que enero, prácticamente hubo un parate donde de repente no se veía gente, inclusive, la gente lo va a decir, no se veía gente en la calle, nosotros podíamos decir que era por un tema del clima, que hacía calor, que la gente estaba en la playa, pero notamos que no, que no entraban en los restaurantes, y si entraban, siempre eran platos muy baratos, una pizza entre dos, tres, una bebida no muy cara, o sea, muchos gastronómicos lo que decidimos hacer es tratar de mantener los precios bajos, pero tenés negocios que tienen un menú ejecutivo a 8.500 pesos y otros que lo tienen a 16 o a 14, entonces también depende mucho de la estructura del restaurant, de la cantidad de gente que tienen trabajando, porque hay que sostener esa estructura, pagar la luz, que nos aumentó de diciembre a febrero un 320% en mi caso y eso es terrible”, detalló al aire por Radiocracia.
Fernández expresó que “después está el valor de los alquileres que se va incrementando bastante, entonces se está tornando difícil para el gastronómico porque hay muchas variables dentro de este negocio. Hay restaurantes que han cerrado también, y ya nos comunicamos con varios socios que me dicen que no pueden sostener al personal”.
“La verdad es que se está tornando difícil, ya sabíamos que iba a ser así, desde el año pasado que nos vienen diciendo que esta situación era insostenible, que había que pagar los platos rotos, pero bueno, estamos rogando para que esto dure uno o dos meses más, que se empiece a actualizar, que la gente empiece a cobrar mejor y empiece a salir”, sostuvo.
Precios
El comerciante indicó que “un plato para salir a comer afuera, donde quizás es algo que ahora la gente se priva de eso, porque está con otros gastos, estamos hablando de 20 mil pesos. Hoy como algo económico tenés un plato de 10 a 18 mil pesos. Cuando vos pasás el precio ese a lo que te cobran los proveedores, te cobran todo precio dólar, entonces vos estás hablando de un plato principal que vale 9 dólares, cuando toda la vida valió más que eso, siempre está arriba de 15”.
“Estamos desfasados con el tema precios. Pasa que para el bolsillo del argentino que trabaja, que está ganando un sueldo que todavía no fue tocado por las paritarias, obviamente que 10 mil pesos es mucha plata, Un bife de chorizo en un restaurante económico está 13 mil pesos, y en un restaurante mediano o bien está entre 18 y 23, y te vas a cualquier lado, y un bife de chorizo te vale 45 mil pesos, como que no hay referencia”, lamentó.
En tal sentido, manifestó que “en Comodoro no tenemos restaurantes con Estrellas Michelin, entonces nos manejamos en dos segmentos bastante marcados, uno medio, donde de repente un menú te sale 8.500, 9.000 pesos, y un segmento más alto donde está 14.000 pesos el menú ejecutivo al mediodía”.
De las expectativas, Fernández sostuvo que “creo que pasamos varias crisis. La pandemia fue una de ellas, que estuvo bastante difícil. Después de haber pasado eso, podemos pasar cualquier cosa. El tema es que hay que ser pacientes, elegir bien donde compramos, porque en Comodoro, en realidad, los proveedores están acostumbrados a poner los precios que se les cante, y de repente vos ves que un distribuidor tiene un cajón de naranjas a 21 mil pesos, y otro distribuidor que lo trae del mismo lugar lo tiene a 35. Lo mismo pasa con las carnes”. “El gran consejo que nos damos entre todos los gastronómicos es recorrer y comprar a aquella persona, a aquel proveedor o a aquella empresa que tiene el precio que realmente vale el producto. Porque avivados hay muchos, y de repente a mí me cambia el precio del cajón de naranja, y yo el vaso de jugo de naranja lo tengo que pasar de 3.000 pesos a 4.500, porque ese proveedor me aumentó un 60 o un 70% el precio. Entonces, cuando nos demos cuenta de eso, creo que las cosas se van a empezar a regularizar”, culminó.