Patricia Alejandra Morlivo tiene 38 años y vivía junto a su hijo de 4 años con trastornos de madurez y su hija de 22 años que padece epilepsia, en una casa que le había entregado el Instituto Provincial de la Vivienda. La jueza de familia dio orden al desalojo y el hogar fue restituido a su esposo.
Patricia Alejandra Morlivo de 38 años, fue desalojada del hogar en donde vivía con sus hijos. Actualmente, vive en el Gimnasio Municipal número 3 del barrio Máximo Abásolo con su pequeño hijo que padece trastornos de madurez, una hija epiléptica de 22 años y un yerno, según publica Diario Crónica.
El viernes 24 del mes pasado, a la mañana, fue sorpresivamente desalojada de la casa que le había entregado el Instituto Provincial de la Vivienda (IPV), en la calle Carrero Patagónico 3.617 del barrio Abel Amaya.
»Soy oriunda de Goya, en la provincia de Corrientes y me vine a Comodoro en el año 2005 y dejé a mis hijos allá, pero conocí a un hombre que me dijo que trajera a mis hijos que acá tendríamos otra vida, y terminamos casándonos», había contando anteriormente la mujer.
La jueza de Familia, Guillermina Sosa, dio la orden de desalojo y la casa fue restituida al esposo (o ex) de la denunciante.
Cuando la situación se hizo publica, hasta el propio Superior Tribunal de Justicia se habría interesado en la causa, y desde la Secretaría de la Mujer del Municipio asistieron a la mujer y su familia, pero en las últimas horas trascendió otro pedido desesperado de la mujer.
“Es muy triste esto que estamos viviendo, es increíble que mientras yo sigo en un albergue con mis hijos pasando frío, la justicia le haya dado lugar a mi marido para vivir en una vivienda del IPV donde ambos somos adjudicatarios. No puedo creer que estoy casada con ese sinvergüenza…” señaló.
Y continuó: “Siento vergüenza por mi Argentina, ¿dónde están los derechos de la mujer y los derechos de los niños? Me pregunto también si la jueza de Familia será que duerme bien sabiendo que sacó a una criatura de 4 años a la calle, a una mujer enferma con discapacidad”.
Por otro lado, la mujer agradece “a Dios que no me ha soltado la mano, y pido a la Cámara de Justicia que por favor resuelvan nuestra situación ya que cobro mi sueldo por discapacidad que no alcanza para nada, menos para pagarme un alquiler. Hay que comprar medicamentos para mis hijos, vestirlos en estos tiempos fríos, darles de comer… pido clemencia…” solicitaba Alejandra Morlivo.
Finalmente, la mujer dijo que tenía la documentación que la acreditaba como adjudicataria de la vivienda de la que fue desalojada el mes pasado: “Me dejaron en el albergue y después se olvidaron, pobre mi Argentina», sostuvo.
