En San Antonio, Texas (Estados Unidos), una madre identificada como Jennifer Lynn Rossi, de 45 años, fue arrestada bajo cargos de lesionar a un niño, al haber preparado deliberadamente una bebida con la intención de causar malestar al compañero de clase que, según informes, había acosado a su hijo. La Oficina del Sheriff del Condado de Bexar reveló que la mezcla incluía jugo de limón, vinagre, sal y Gatorade, una combinación que causó que el menor afectado deba ser ingresado en el hospital por náuseas y dolor de cabeza.
La situación llegó a conocimiento de las autoridades el martes 5 de marzo, cuando se llamó a los agentes al Legacy Traditional School – Alamo Ranch, situado a unos 30 kilómetros al noroeste del centro de San Antonio, tras reportarse un niño enfermo durante la clase de educación física.
Se descubrió que el alumno había consumido la bebida proporcionada por un compañero, siguiendo instrucciones de la madre de este último. “Aunque el contenido de la bebida era no tóxico, el incidente resultó en la hospitalización de un niño”, señaló la Oficina del Sheriff. El personal del hospital indicó que, aunque el pequeño requería vigilancia médica adicional, eventualmente sería dado de alta.
“No hay excusa para tomar la justicia por mano propia e injuriar a un niño”, manifestó el Sheriff Javier Salazar, refiriéndose al contexto de presunto acoso que había llevado a Rossi a cometer este acto. La investigación sigue en curso, mientras que la mujer enfrenta serias acusaciones por su accionar.
Este sorprendente caso no solo ha generado una amplia discusión sobre las medidas que los padres toman ante situaciones de bullying, sino también sobre la seguridad y el bienestar de los estudiantes dentro del entorno escolar. Las autoridades escolares y los responsables de la salud pública están cada vez más alertas sobre la importancia de promover un entorno seguro y de apoyo para todos los niños y niñas, con el fin de evitar que incidentes como este se repitan.
La medida tomada por Rossi, según se desprende de las declaraciones de las autoridades, fue un intento de prevenir que su hijo volviese a ser víctima de robo o acoso por parte de sus compañeros.
Este incidente sirve como un crudo recordatorio de las consecuencias potencialmente graves de las acciones llevadas a cabo, sin considerar el bienestar de todos los niños y niñas envueltos en tales dinámicas.
(Con información de ABC News y People)