Un hombre de 67 años murió trágicamente durante la cena de un casamiento al que había asistido en el Hotel Armada en Spanish Point, Irlanda. A pesar de que el incidente tuvo lugar a fines de diciembre del año pasado, la noticia se difundió recién ahora ya que el Tribunal Forense de Co Clare finalizó la causa que lo investigaba, según informó el medio Irish Mirror.
El hecho ocurrió cuando la víctima, Brendan Glynn, se atragantó con un pedazo de carne del primer plato y se asfixió frente a los invitados. “Yo había hablado con Brendan segundos antes de que esto sucediera y parecía estar bien. No daba la impresión de tener alguna dificultad”, declaró John Murphy, uno de los invitados que estuvo junto al hombre en sus últimos momentos.
Esa noche, Murphy asistió al evento junto a su esposa, Geraldine, quien fue la que se dio cuenta que algo no estaba bien con Glynn. “Miré y parecía que le salía un líquido de un lado de su boca”, recordó la mujer, y agregó que, en cuanto observó bien a la víctima, se dio cuenta que “no se movía” y que “no la reconoció cuando intentó hablar con él”.
“Tenía los ojos abiertos. Utilicé una servilleta para limpiar la comisura de la boca de Brendan y toda la mesa de la boda se dio cuenta de que algo andaba mal en ese momento. Brendan simplemente se quedó sentado, inmóvil y sin responder”, relató Geraldine.
En ese instante, los invitados alertaron al personal médico del salón en donde se llevaba a cabo la fiesta e intentaron asistir al hombre. Poco tiempo después, también llegó una ambulancia, aunque Glynn ya se había descompensado y permanecía inconsciente. A pesar del esfuerzo por salvarlo mediante técnicas de reanimación, fue declarado muerto a las 20.45 del 22 de diciembre.
La investigación sobre el hecho, que concluyó este miércoles, explicó que la víctima murió a causa de una asfixia ya que “el personal médico extrajo de las vías respiratorias varios trozos grandes de filete que obstruían la laringe”. En este sentido, la forense Margot Bolster señaló que uno de los problemas de este tipo de cuadros es que, en general, no se presentan síntomas instantáneos de asfixia. “Esto puede conducir a diagnósticos erróneos y posibles retrasos en los pacientes, algo que eventualmente puede tener resultados fatales”, sostuvo.