Caída del 35 por ciento en las ventas internas en julio y pronostican que el descenso se profundizará en los próximos meses. Las cifras de Adefa señalan una fuerte caída en las entregas a concesionarios, producto de la retracción en la demanda ante la suba de precios y encarecimiento de la financiación. Prevén que el desplome seguirá en los próximos meses.
La actividad automotriz está en “punto muerto” y las terminales anticipan que el desplome de las ventas al público se profundizará en los próximos meses. Según la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), las empresas que producen en el país enviaron en julio a sus concesionarios un 35,5 por ciento menos de unidades respecto de igual mes del año pasado, cifra que evidencia la acumulación de stock en los puntos de venta oficiales. El impacto en la producción de la menor demanda interna fue amortiguado por una leve reactivación de las exportaciones. El mes pasado la producción fue de 41.450 vehículos, con un alza de 8,6 por ciento interanual. En julio del año pasado se habían ensamblado apenas 38.169 unidades interrumpiendo un promedio estable de 45 mil unidades, que luego mantuvo casi todo 2017, con excepción de diciembre. Es por eso que la comparación interanual se mantuvo positiva, aunque el valor absoluto sea menor al promedio del año previo. Las exportaciones sumaron 25.363 unidades, con una suba de 74,7 por ciento respecto de las 14.522 ventas externas de igual mes de 2017.
“Por el lado de la comercialización, las variaciones en el tipo de cambio y la tasa de interés, que aún se mantiene muy alta, han tenido un fuerte impacto sobre las ventas de vehículos, situación que esperamos se regularice y permita volver a un mercado interno que crezca en el menor plazo posible”, consideró el presidente de Adefa, Luis Fernando Peláez Gamboa. El retroceso en las ventas producto de la pérdida de poder adquisitivo de los salarios había quedado reflejado a principio de mes con los datos de las concesionarias (Acara), que informaron que en julio patentaron un 17,4 por ciento menos que en igual mes de 2017, que ya había sido de pésimo desempeño. En julio de 2017 las ventas al público habían caído 17,5 por ciento.
No todo fue por la inflación y la devaluación. El financiamiento, producto del alza en las tasas de interés para contener las dos variables mencionadas, son un lastre más para las ventas de 0 km. Según cifras de Acara (concesionarios), las operaciones de compra de vehículos mediante créditos prendarios cayeron en junio (último dato disponible) un 12,3 por ciento en la comparación interanual. Es por esto que las terminales no anticipan un mejor escenario. El envío de vehículos a la red oficial de concesionarios en julio se retrajo 15,8 por ciento contra junio previo (55.358 ventas mayoristas) y 35,8 por ciento por debajo de las 72.684 unidades de igual mes de 2017. La caída interanual es todavía más profunda cuando se computan sólo vehículos de producción nacional, que fue de 38,3 por ciento. Las terminales son también intermediarias de unidades que importan y luego venden localmente. El volumen de comercialización mayorista acumulado entre enero y julio alcanzó a 468.244 unidades, con una caída interanual del 4 por ciento.
El congelamiento del mercado interno fue levemente compensado por un monto mayor de exportaciones, a partir de una recuperación de los envíos a Brasil. “Desde el inicio del año se viene registrando un aumento de los despachos a Brasil y se traduce en un crecimiento de 6 puntos porcentuales en este período. Se suma también a la creciente demanda de nuestros vehículos en diferentes mercados de Latinoamérica y América Central”, dijo Peláez Gamboa. El sector exportó un 10,8 por ciento más que en junio previo y en el año acumuló ventas externas por 146.933 unidades. La participación de las exportaciones respecto de los volúmenes de producción de los primeros siete meses del año se elevó de 43 a 52 por ciento respecto de igual lapso de 2017.
Con un promedio de 21 días hábiles de actividad, las terminales automotrices produjeron 41.450 vehículos entre autos y utilitarios, con una mejora de 5,1 por ciento respecto de junio (39.420) y un avance de 8,6 por ciento interanual. El acumulado de producción fue de 284.105 unidades, un 9,8 por ciento por encima de los 258.823 que se fabricaron en el mismo período del año anterior. “Los números del mes dan cuenta que es necesario analizar el comportamiento del sector en dos niveles muy diferentes: el desempeño industrial y el comercial”, dijo el presidente de la asociación de fabricantes de automotores.