El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que se presentó el viernes detalló esquemas de baja del déficit fiscal con equilibrio en 2025 y de reducción del financiamiento monetario al Tesoro a casi cero en 2024 que apuntan también a una reducción de la inflación. El capítulo precios incluye también un aval a los acuerdos para alinear expectativas y la previsión de menor volatilidad cambiaria.
«La inflación va a formar parte del acuerdo y va a terminar con un indicador de rangos», entre dos valores, detalló el representante argentino ante el FMI Sergio Chodos. En ese marco, el ministro de Economía, Martín Guzmán, había previsto –según publica El Cronista– una inflación del 33% en el Presupuesto 2022 que no fue aprobado, aunque el propio Guzmán reconoció que esa variable se fijó antes de septiembre del año pasado.
Los economistas cercanos al oficialismo admiten una inflación mayor al 40% este año mientras que el Relevamiento de Expectativas de Mercado que realiza el Banco Central la ubicó en torno al 55% en la última medición.
La apuesta por los acuerdos de precios seguirá vigente y tras el aval de las principales cámaras empresarias y la CGT al acuerdo preliminar con el Fondo, habrá nuevos intentos por alinear expectativas por debajo del 50% y más cerca del 40%.
«El FMI reconoce el carácter multicausal de la inflación en la Argentina. La enseñanza del programa fallido del 2018 donde una contracción monetaria récord generó una inflación récord, quemando todos los libros de la ortodoxia es algo importante de señalar», explicó Chodos en declaraciones a AM 750 el fin de semana.
Y reconoció que si bien hay señalamientos del FMI para un ajuste del financiamiento monetario al Tesoro, estuvieron acompañados por un reconocimiento del rol de los acuerdos de precios. «Es un tratamiento holístico» de la inflación.
Tras la concesión de una baja del déficit y la emisión monetaria, dos puntos de reclamo de largo aliento, los empresarios están dispuestos a apoyar un acuerdo social si son convocados, como indicó Miguel Blanco del Foro de Convergencia Empresarial, una de las entidades junto con el G6, la Asociación Empresaria Argentina y otras tantas que mostraron su beneplácito por el entendimiento que evitó una incertidumbre mayor.
En las próximas semanas se seguirá trabajando para firmar la Carta de Intención «cuanto antes» para que después pueda pasar por el Congreso y el Directorio.
Refuerzo a reservas y la brecha del dólar
El acuerdo con el FMI prevé desembolsos por u$s 44.500 millones más un extra cercano a u$s 5.000 millones por lo ya pagado al organismo con los Derechos Especiales de Giro que entraron el año pasado.
Esos desembolsos se producirán en un lapso de dos años y medio en los que la Argentina se compromete a bajar el rojo fiscal y el financiamiento del BCRA al Tesoro, además de promover medidas que permitan aumentar las exportaciones, pero «sin reforma laboral o previsional», según detalló Guzmán.
En ese marco, el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, señaló que el acuerdo y el horizonte de acumulación de reservas por u$s 5.000 millones este año pueden contribuir a bajar la tensión cambiaria y Chodos consignó que puede impactar en la brecha como consecuencia de «tranquilizar la economía».
«Podemos pensar en una baja de la brecha del dólar pero no ponernos obsesivos», indicó Chodos sobre la baja del dólar paralelo por el que se guían algunos formadores de precios. «Los puntos importantes son la creación de empleo y la mejora de inversión. Esto va a ser una consecuencia a medida que se va tranquilizando el esquema económico. Es algo sobre lo que tenemos que trabajar pero es un efecto más que la causa. Pero hay limitaciones porque seguimos teniendo tenedores de títulos en pesos atrapados que vinieron a hacer carry trade que generan presión».