En ese juicio oral y público, culminó la instancia de incorporación de la prueba hoy por la mañana cuando se reanudó en la Oficina Judicial la audiencia de debate en dicho marco.
El Tribunal Colegiado de Juicio que entendió en la audiencia debate estuvo presidido por el juez Guillermo Muller, acompañado por los jueces Hugo Américo Juárez y José Rago, según informó la oficina de Prensa de la Judicatura.
Por el Ministerio Público Fiscal asistió el fiscal general Adrián Cabral. La defensa de Guillermo Salvatierra estuvo a cargo de Guillermo Iglesias, abogado de confianza. Asimismo integrantes del Servicio de Asistencia a la Víctima acompañaron a la familia Hernández.
A lo largo de la jornada declararon cinco testigos, en su mayoría efectivos policiales que dieron cuenta de su intervención el 4 de enero de 2011 que terminó con la detención de Guillermo Salvatierra. Cabe destacar el aporte del licenciado Cristian Ansaldo, a cargo de la Policía Científica, quien brindó detalles de la inspección ocular que se realizó en el lugar del hecho, a partir de un llamado de la policía.
Destacó que habían manchas hemáticas en la calzada, que descendían hasta depositarse en un domicilio. Mientras que en proximidades a la intersección de Los Jazmínes y 12 de octubre, sobre la vereda, se hallaban vainas calibre 9 mm. Respecto de la pericia balística, afirmó que las cinco vainas servidas fueron percutadas por la misma arma de fuego –calibre 9 mm-.
En tanto la remera del occiso presentaba un orificio de salida en la zona de la espalda, que coincide con la lesión provocada por el proyectil. En función de los distintos resultados obtenidos se realizó un croquis a escala que establecería que el tirador y la víctima estaban enfrentados. El tirador estaría ubicado sobre el cordón cuneta, su mirada direccionada hacia abajo, desde calle Los Jazmines hacia Huergo; en tanto la víctima se encontraría sobre la calzada, en Los Jazmines con la mirada hacia arriba en dirección a calle 12 de Octubre.
El único testigo que aportó la defensa fue el padre del imputado, Nelson Salvatierra quien aseguró que ese día Guillermo y su familia se encontraban en su casa cuando escucharon las detonaciones y fueron a ver qué pasaba junto a Guillermo y su nena y otros integrantes de la familia. Cuando volvían a su casa, el único que hizo un comentario extraño fue su hijo Leonardo: “Me parece que me mandé una c…., me parece que le dí a uno”.
Salvatierra confirmó que enseguida llegó la policía con una orden de detención contra Guillermo. Luego de prestar declaración, el padre de Guillermo Salvatierra intentó hacer un descargo respecto de los dichos de la familia Hernández, oportunidad en la que intervino el juez Guillermo Muller, presidente del tribunal, quien le explicó que los jueces no tienen atribuciones para recibir denuncias que se puedan hacer sobre diferentes sucesos vinculados a una problemática en general. Concretamente le solicitó que sea asistido por el defensor de confianza y en el caso que se trate de una denuncia en particular, que la canalice a través de la Fiscalía.
En otra instancia de la audiencia se incorporó la prueba documental aportada tanto por la Fiscalía como por la defensa. De esta manera se dio lectura a las distintas actas, certificados y otros documentos incluidos en la causa.
Guillermo Salvatierra hizo uso de su derecho a declarar y adujo que el día que fue detenido estaba junto a su mujer, su hijo recién nacido y su hija de 4 años cuando escuchó disparos y salió de la vivienda junto a su nena –a quien cargó sobre los hombros-, su padre y otros hermanos.
Pero que al ver que era la familia Hernández la que arrojaba piedras, botellazos y disparaba, agarró a su nena y se fue corriendo para protegerla. Señaló, “capaz fue mi hermano el que disparó. ¿Por qué la justicia no investiga más? Yo sé que los testigos se pusieron de acuerdo. Yo no mate a nadie, lo juro”. Y agregó: “Era el día más feliz de mi vida (por el nacimiento de su hijo)…voy a salir a matar a una persona?.
Por último el tribunal declaró concluida la instancia de incorporación de la prueba y ordenó un cuarto intermedio hasta el día miércoles a la mañana para los alegatos de las partes y el dictado de veredicto sobre la eventual responsabilidad penal del imputado.