Llegó el momento de poner todos los elementos sobre la mesa y comenzar a tomar las decisiones. Alberto Fernández se reunía hoy con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero , en la quinta de Olivos para «comenzar a definir la extensión del aislamiento social, preventivo y obligatorio», la tercera etapa de la cuarentena para prevenir el coronavirus , informaron fuentes oficiales.
«Los resultados sanitarios de la cuarentena son positivos y es por eso que se decide seguir por este camino. Ahora se buscará llevar certeza lo más rápido posible a la población «, señalaron fuentes oficiales a LA NACION , que sin embargo aseguraron que aún no está definido cuándo será el anuncio. Lo más probable, tal como informó este medio, es que el confinamiento se prorrogue «por dos semanas», es decir, hasta el lunes 27 de abril.
Frente a sus ojos Fernández y Cafiero tienen informes de distintos ministerios (Salud, Seguridad, Transporte, Interior) y también las propuestas del sector industrial y la Cámara de Comercio, que pidieron flexibilizar algunas actividades para volver a operar. Todo indica que el Gobierno será restrictivo. La prioridad para el Presidente es no aumentar la circulación en el transporte público, al que considera «el mayor foco infeccioso».
El ministro del Interior, Wado de Pedro, en tanto, recibe a cuentagotas las propuestas de los gobernadores. En la Casa Rosada asegura que «de forma unánime» los mandatarios provinciales le pidieron al Presidente continuar con la cuarentena estricta, pero algunos solicitaron que se atiendan situaciones puntuales de sus territorios.
Toda propuesta sectorial y regional deberá ser consultada con el comité de expertos que asesora al Gobierno.
Informes y análisis
El jefe de Gabinete acudió a la quinta presidencial con una pila de informes de distintas áreas del Gobierno. En primer lugar, los estudios técnicos que elaboró el ministerio de Salud con los resultados de la medida dispuesta a partir del 20 de marzo, el «efecto de la cuarentena» en la curva de contagios. El Gobierno observa que, hasta ahora, la Argentina se mueve dentro de las proyecciones más optimistas, que todavía hay capacidad ociosa en las camas de terapia intensiva y que el «índice de positividad», (tasa positivos sobre sospechosos verificados), que habla de la circulación del virus, ronda el 20%.
Son esos datos provisorios positivos y las imágenes que llegan de otros países donde se desbordaron los sistemas sanitarios los que hicieron virar el rumbo esta semana y confirmar que la cuarentena seguirápara evitar una recaída.
Decidido a reforzar los controles, Fernández y Cafiero tienen a mano también los balances que se hicieron en el Ministerio de Seguridad con los resultados de los operativos realizados hasta ahora y el nivel de acatamiento social que se registró con el correr de los días. El ministerio del Interior y el Ministerio de Transporte también hicieron informes técnicos para el Presidente. Para el Gobierno el transporte público es el mayor foco infeccioso y es por eso que la mayoría de las actividades seguirán paralizadas para evitar la circulación y aglomeración de personas.
Por último, el Presidente y el jefe de Gabinete tienen a la vista las propuestas que hicieron la Unión Industrial Argentina (UIA), la Cámara de Comercio y la CGT. Los industriales aceptaron que se sostenga el cuidado de la salud como prioridad pero propusieron flexibilizar algunas actividades, como la papelera, la del plástico y la metalúrgica, para evitar que haya problemas en las cadenas productivas de los artículos de primera necesidad. Consideran que, con plantillas acotadas de operarios y protocolos, algunas fábricas que están lejos de los centros urbanos podrían reabrir.
Con el comercio, la situación es más tensa. Los empresarios quieren que los locales comerciales puedar reabrir sus persianas con determinadas pautas, como la menor cantidad de empleados y un ingreso controlado de los clientes. Pero todo indica que esto no se permitirá, porque aumentaría la circulación en la vía pública.
Fernández, de hecho, ya advirtió que la cuarentena sigue y advirtió que, incluso, habrá controles más estrictos en los grandes centros urbanos. «Nosotros no podemos tener una recaída; todo el esfuerzo hecho es muy importante. Miren ustedes el mundo y miren la Argentina. Obviamente que en la Argentina se contagia, obviamente que algunos fallecen, pero definitivamente está claro que nuestros números, la forma en que ha evolucionado, es infinitamente menor de lo que pasa muy cerca de nosotros inclusive», dijo el Presidente en las últimas horas.
Mientras tanto, los gobernadores enviaban en estas horas al ministro del Interior, Wado De Pedro, sus propuestas para continuar la cuarentena en sus territorios con distintas particularidades. Los gobernadores están de acuerdo, en términos generales, en continuar la cuarentena y seguir los lineamientos de Nación, pero ven con preocupación el pago de sueldos y la subsistencia de algunas actividades.