“La historia me dio la razón”, dijo el Presidente al advertir los rebrotes en Italia, Francia y España. Aseguró que ya puede vislumbrar un “horizonte de salida”. También se refirió a la recuperación económica, los niveles de empleo y el porqué de las dificultades.
El 15 de octubre Daniel Gollán, ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, vaticinó: “Argentina no va a tener un segundo invierno con virus”. Diez días después, el presidente Alberto Fernández, manifestó una misma línea de optimismo en virtud a la comparación inevitable con varios países de Europa y el rebrote que está obligando a recomponer las restricciones y a retroceder las fases de apertura, según publica Infobae.
“Tengo la impresión que Argentina está en un punto donde podemos ver un horizonte de salida. La vacuna está cerca y con la vacuna vamos a poder evitar lo que está viviendo Europa: la segunda ola del coronavirus”, dijo el mandatario.
“Cuando yo decía e insistía que el problema no había pasado y debíamos cuidarnos y preservarnos, muchos decían que era una locura mía y que estaba enamorado de la cuarentena y del encierro de la gente. Yo de lo único que estoy enamorado es de la vida y lo único que cuido es la salud de los argentinos”, fue la frase completa que expresó Alberto Fernández en diálogo con Carlos Heller, en el marco de un encuentro virtual organizado por Credicoop.
Gollán también dijo que el país se acerca a la solución y que “ya estamos pasando” el coronavirus. Es a expensas del pronóstico que también reparó el ministro de Salud nacional, Ginés González García, quien prevé que las campañas masivas de vacunación contra el virus de la pandemia puedan empezar a aplicarse en marzo del año próximo, luego de que las primeras dosis sean recibidas por los trabajadores y trabajadoras de salud y los grupos de riesgo a comienzos de 2021.
“La historia me dio la razón. Miren los rebrotes en Italia, Francia, España y Estados Unidos y dense cuenta de que aquello de lo que hablaba no era un acto de prepotencia, sino la lectura de lo que vislumbrábamos”, agregó el Presidente, que no solo asumió el optimismo por las proyecciones del escenario epidemiológico sino por las señales de reactivación de la economía: “Vamos a empezar a sentir en no mucho tiempo más lo que ya empieza a advertirse. Muchas empresas empiezan a recuperar su ritmo y su frecuencia de trabajo y ventas y el consumo poco a poco va mejorando”.
Sin embargo, más allá de su semblante positivo, remarcó que “es un tiempo difícil para la Argentina por muchos motivos: por cómo encontramos el país, por las dificultades que ese país ofrecía y por la pandemia que sigue lastimando al mundo”. También interpretó otro aspecto: “Estamos pasando momentos difíciles, como los que cada tanto pasa la Argentina, producto de los que especulan y los que apuestan a que la economía argentina tome un rumbo donde unos pocos ganan y millones pierden”.
Alberto Fernández desplegó una defensa de las políticas económicas aplicadas durante los meses más complejos del confinamiento. Dijo que la pandemia los obligó a innovar en un mundo desconocido y enumeró: “Presentamos la ayuda del Estado hacia los sectores que más padecen, los más desguarnecidos. Garantizamos que el trabajo formal no cayera y que también aquel que trabaja por su cuenta no se viera tan impactado.
El programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) fue una solución que encontramos y ha dado extraordinarios resultados: auxiliamos más de 300 mil empresas pagando parte del sueldo de sus trabajadores. Del mismo modo ayudamos a muchos comerciantes con créditos. Ayudamos a muchos monotributistas, muchos profesionales independientes, a sobrellevar lo que la pandemia nos condenó”.
En medio de su exposición, celebró que el nivel de empleo en el país se mantuviera y apeló a una nueva comparación con los indicadores europeos: “La pérdida de empleo en Argentina es similar al promedio de la pérdida de empleo en Europa. Eso da cuenta de cómo trabajamos para preservar el empleo registrado garantizando la continuidad de las Pymes, que en gran número pudieron valerse de los recursos del Estado”.
“Ahora tenemos el problema en el interior del país y tenemos que ir en socorro de ellos. Vamos a seguir ayudando porque el Estado debe estar presente en situaciones como éstas. A diferencia de lo que otros creen, que todo lo resuelve el mercado, nosotros creemos que el Estado debe articular políticas para garantizar escenarios de desarrollo a aquellos que invierten, producen y dan trabajo”, concluyó el mandatario.
El viernes, desde Misiones, Alberto Fernández anunció la extensión del aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO) para nueve distritos: el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), Santa Fe, Chubut, Córdoba, San Luis, Mendoza, Neuquén, Río Negro y Tucumán. “Desde el día en que venza la cuarentena, vamos a seguir como estamos durante 14 días. Es aislamiento para unos y distanciamiento social para otros”, explicó.
El sábado a la noche fueron confirmados 11.968 nuevos casos de COVID-19, lo que hace un total de 1.081.336 positivos en el país, de los cuales 881.113 son pacientes recuperados y 171.610 son casos confirmados activos. También ayer, se notificaron 275 nuevas muertes: la cantidad de víctimas fatales en la Argentina es de 28.613.