Familia Raso: Eternamente Agradecidos

En este momento de gran dolor ante el fallecimiento de ADRIANA MORÁN, y aún ante la pérdida física de un ser maravilloso e irremplazable en nuestras vidas, y tal como nos enseñaran nuestros Padres y…

lunes 27/12/2010 - 1:07
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En este momento de gran dolor ante el fallecimiento de ADRIANA MORÁN, y aún ante la pérdida física de un ser maravilloso e irremplazable en nuestras vidas, y tal como nos enseñaran nuestros Padres y nuestros Abuelos, los gestos de apoyo, la ayuda incondicional y la asistencia física y espiritual de quienes nos las brindaron, nunca la olvidaremos y seremos agradecidos de por vida.

Por ello queremos transmitirle al amigo, Señor José González (Secretario Nacional de FAECYT) y directivos y personal de OSECAC, la atención, eficiencia y humanismo con que actuaron.
A los Médicos, Enfermeras y Personal del Hospital Austral de Pilar que brindaron todo su conocimiento, ciencia y esfuerzo para salvar la vida de nuestra querida Adriana.

A nuestra Familia y Amigos, el apoyo durante su internación y luego de que nos dejara, pidiéndoles sepan disculpar no haber transmitido estos últimos meses la situación, pues estábamos avocados en un todo a lograr un trasplante hepático que pudiera ayudarla a continuar con nosotros, pero los sabemos a nuestro lado en el duelo que estamos viviendo

A TODOS ETERNAMENTE AGRADECIDOS.
Matías Manuel Raso y Nicolás Rodrigo Raso (hijos)
Adrián Alejandro Raso (ex esposo y amigo entrañable)

A mi mamá Adriana Moran
Esta es Adriana. Mi vieja. Así es como quiero que la recordemos. Tan pura y tan hermosa.
El sábado 18 de diciembre del 2010 falleció en el Hospital Austral de Pilar, por una enfermedad del hígado. Tenía 50 años. Explotó de tanto dar amor. . Esto, es muy personal. Pero siento que puedo decírselo sin vergüenza a todos ustedes y que al mismo tiempo de esta manera estoy dándoles todo ese amor que ella entregaba, continua y constantemente. Un Amor Altruista y de Corazón. Cosas sanas, si las hay en la vida. Como hijo. Es muy, muy duro perder a mi mama tan joven y hermosa como lo era y con tanto que daba. Me cuesta mucho superar la sensación de que voy a extrañarla de por vida, escucharla, besarla, acariciarla…
Creo también que ha conseguido elevarse donde ella pretendía estar.
Esto me pone muy pero muy feliz.
¡Te quiero mucho mamita linda! , Mati.

Matías Manuel Raso.

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