Las escenas de malhumor por las largas filas de autos para cargar nafta gatillaron un nuevo conflicto en el último tramo de las elecciones. De un lado, Sergio Massa intimó a las petroleras a normalizar la situación antes del miércoles. Del otro, la industria responsabilizó al gobierno. Y, en medio de todo eso, también hubo fuego cruzado entre reparticiones oficiales.
El ministro de Economía y candidato presidencial había prometido el viernes la llegada de 10 barcos con combustible importado para compensar una sobre demanda, que produjo un «quiebre de stocks». Pero el fin de semana la situación se agravó, YPF emitió un comunicado junto a las refinadoras PAE (Axion), Trafigura (Puma) y Raizen (Shell), y este domingo Massa levantó el tono.
«Si el martes a las 12 de la noche no está resuelto el abastecimiento, desde el miércoles no van a poder exportar un barco de exportación», disparó el ministro y candidato un día después de que el presidenciable rival, Javier Milei, criticó al gobierno por la «escasez» desde una estación de servicio del norte bonaerense, a donde fue a aparentemente a cargar nafta.
La advertencia de Massa apuntó a las petroleras privadas que exportan crudo desde Vaca Muerta, como Chevron, Exxon Mobil, Vista, Petronas, Shell, Tecpetrol, Equinor, Pluspetrol y Pan American Energy (PAE). La expectativa oficial es que los inconvenientes se resuelvan en las próximas horas, pero en la industria nadie se atreve a asegurarlo.
«Las refinerías están a tope refinando combustibles pero no alcanza porque YPF tiene su refinería en parte sin actividad por una parada de planta programada -algo que se suele hacer para tener las instalaciones en condiciones-. No es un problema de falta de crudo, que es lo que se exporta, el problema es que no hay más capacidad de procesamiento en Argentina», señalaron fuentes petroleras.
La empresa semi estatal es la única empresa en Argentina que cuenta con tres refinerías, donde se produce casi el 60% de las naftas y diésel del país. La parada de su refinería de La Plata y Lujan de Cuyo, coincidió con el cierre temporal de Refinor, en Salta, y previamente una menor producción en Raizen (Shell) en Dock Sud y Axion (PAE) en Campana, según la consultora Economía & Energía.
El otro problema, según fuentes del sector, es la falta de dólares para que las petroleras paguen los barcos con gasoil importado. En el sector, estiman que YPF tiene 6 barcos en el Río de la Plata hace una semana, lo que implica un costo de US$ 40 millones por día por barco. Y que, por ello, Massa anunció el viernes el pago de US$ 80 millones a YPF, una decisión que depende del Banco Central.
«Los barcos que se están bajando son los 10 que acordamos», señalaron fuentes oficiales. En despachos oficiales reconocen que la situación los sorprendió. También reavivó las internas: en una repartición apuntaron a las trabas «producto de las SIRAS». Además de liberar dólares, las autoridades acordaron cambios «técnicos» para que las refinadoras puedan procesar más crudo.
Pero en la industria advierten que los dólares anunciados «son solo para 2 barcos de los 6 que están dando vueltas». Y recuerdan que los problemas vienen desde antes de las elecciones. En ese sentido, responsabilizan a YPF por demorar el aumento del 3% (lo aplicó el domingo después de conocerse el resultado electoral), lo que «estresó» a las estaciones de servicio de bandera.
Por otra parte, las petroleras se quejan de los topes en los de precios desde diciembre pasado. Si bien la semana pasada aplicaron subas de entre 3 y 9%, ven un retraso de al menos el 20% en surtidores con una inflación del 12% mensual y que importan «a pérdida», ya que el litro de gasoil cuesta US$ 1,23 en Brasil, mientras su precio de venta en Argentina es de US$ 0,82 al valor oficial y US$ 0,32 al CCL.