Según la decisión de la Sala I del tribunal, con los votos de los camaristas Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi, Rocca -desde su cargo de CEO del grupo Techint- no podía necesariamente conocer el pago de coimas de sus subalternos.
La Cámara Federal dictó este lunes la falta de mérito para Paolo Rocca, uno de los empresarios más poderosos del país, en la causa de los cuadernos de la corrupción. De esa forma, se cayó el procesamiento que le había dictado el juez Claudio Bonadio.
Según la decisión de la Sala I del tribunal, con los votos de los camaristas Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi, Rocca -desde su cargo de CEO del grupo Techint- no podía necesariamente conocer el pago de coimas de sus subalternos.
«La responsabilidad de Rocca cimentada fundamentalmente en su posicionamiento jerárquico dentro del holding carece de sustento necesario y suficiente para vincularlo a este proceso», sostuvo la resolución.
La empresa Techint aparecía en las anotaciones del chofer Oscar Centeno. Primero fue detenido Héctor Zabaleta, encargado de entregar dinero negro a Roberto Baratta y declaró como arrepentido, admitiendo los pagos. Luego declaró Luis Betnaza, director de la compañía, quien admitió haber hecho pagos al Gobierno porque se buscaba que la administración k intercedieran ante el gobierno de Hugo Chávez por la estatización de la empresa Sidor que pertenecía al Grupo Techint.
Cuando Bonadio llamó a indagatoria, Rocca declaró: «Con referencia a esta imputación yo no estuve involucrado en los pagos a los cuales se me ha hecho referencia, ni lo autoricé ni estuve en conocimiento de los mismos hasta que surgieron en la prensa en las últimas semanas». Hizo una detallada descripción de cómo funciona el grupo empresarial argentino que opera en diferentes países y emplea a miles de personas. También relató que por sus responsabilidades en el Grupo Techint en el exterior viaja buena parte del año y eso lo aleja de las decisiones que se toman en la Argentina.
«Paolo Rocca habría participado junto a Luis María Cayetano Betnaza de las maniobras investigadas en la presente causa, ordenado los pagos efectuados a Roberto Baratta», dijo Bonadio.
Aunque Rocca aseguró en su indagatoria que no sabía de los pagos que entregó Betnaza, ya procesado en la causa, el juez no dio crédito a esas afirmaciones: «El cargo que ostentaba no podía desconocer la existencia de los pagos efectuados por el Grupo económico al cual pertenecía».
Sin embargo, la Cámara Federal revocó esa interpretación. «No es posible ciertamente soslayar la jerarquía del nombrado dentro del conglomerado empresario y las posibilidades de conocer el estado de las diversas sociedades que esa posición le otorgaba a los fines de diseñar el rumbo de sus negocios así como de invertir en su desarrollo. Sin embargo considerados que tales extremos por sí solos resultan insuficientes para fundar un reproche en virtud de los hechos investigados», sostuvieron los jueces.
Si bien Rocca «ocupaba una elevada posición dentro del holding, lo cierto es que -a diferencia de otras estructuras empresarias- la especialización y diversificación de este grupo económico es lo que obsta en este caso a inferir que el nombrado haya intervenido en orden a las exigencias de dinero a las que aludieron los computados ordenando que se efectivizaron esos pagos», señaló la Cámara.
Y añadió: «Ni la empresa radicada en Venezuela ni las asentadas en este país son meras sucursales y una misma compañía sino que ellas constituyen por sí mismas sociedades de gran magnitud con sus directivos y esperemos empresarios propios».
Según se sostuvo, ni Betnaza ni Zabaleta «eran meros dependientes que limitan su obrar al ciego cumplimiento de una orden».