El dato frío es que murió un periodista y escritor patagónico este martes 16 de abril en Buenos Aires. Que se llama Cristian Alberto Aliaga y que en enero había cumplido 62 años. Estaban con él Sara, Paulina, Emilio y Federico. A la distancia otros hicimos lo que pudimos. No alcanzó.
Nacido en Darragueira, provincia de Buenos Aires, el hijo de José y Elba se crio en la Patagonia. Se graduó como Licenciado en Comunicación Social en la Universidad del Comahue, en General Roca, y a los 23 años se estableció en Comodoro Rivadavia, donde tuvo una primera etapa –y decenas de anécdotas- en el Diario El Patagónico.
Luego asumió como director de Prensa de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, donde también se desempeñó como docente desde 1987 hasta el presente.
El 12 de junio de 1992 se hizo cargo de la redacción de El Patagónico, desde donde contribuyó a la formación de no pocos periodistas. Antes del cambio de siglo, optó por nuevos horizontes.
La radio fue una de sus tantas pasiones. En LU4 condujo un mítico programa en 1990: La Vuelta al Día. Una década más tarde haría célebre El Banquito, en FM Klara.
Más tarde se establecería en Lago Puelo, pero nunca dejó de girar por la provincia y el sur de la Patagonia. Siempre lo preocuparon las problemáticas de los pueblos originarios y lo reflejó en cuanto medio tuvo a su alcance, el último de ellos fue El Extremo Sur.
El propio Cristian contó alguna vez -según publica El Patagónico– que “me impresionó mucho el relato y la visión del mundo de alguien que había conocido en directo a generales que para mí eran nombres en los libros de historia. Era un cacique tehuelche de 103 años, Manuel Quilchamal, que se acercó al diario El Patagónico para pedir que lo ayudáramos a sacar de la cárcel a su hijo de setenta años, porque debía legarle el cacicazgo. En Lago Blanco, una comunidad perdida en el interior de Chubut, su hijo había matado a un viajante de comercio que se presentó a vender cosas. En la primera ocasión, le advirtió que no volviera más. Cuando se presentó de nuevo, lo mató con un cuchillo. No voy a posar de antropólogo, pero a mi juicio eso se vincula con el valor que otorgan a la palabra en estas culturas. Conocer esas historias me cambió el intento del lenguaje y comencé a trabajar no como un especialista, sino como un poeta que trabaja sobre otro poeta”.
El lado poético de su vida
Cuántas horas dormía ese hombre fue siempre un secreto para sus amigos porque tenía tiempo para todo y todos. Y le dedicaba solo una parte de su inmenso talento a la poesía, quizás su principal debilidad. Su mirada sobre el dolor, los sueños, el sur y los viajes, entre otras tendencias, fueron analizadas por escritores argentinos y extranjeros en “El saber oscuro y peligroso del poeta”, una compilación de Ben Bollig (Universidad de Oxford) y Luciana Mellado (Universidad Nacional de la Patagonia) y publicado por Ediciones La Otra (México, 2020), que lleva un texto introductorio del prestigioso poeta y crítico uruguayo Eduardo Milán.
El crítico británico Michael Kerrigan escribió en el Times Literary Supplement: “Ningún poeta ha sido más intrépido que Aliaga al explorar el borde exterior de la conciencia moderna donde el pensamiento individual y el orden macroeconómico se encuentran”.
El gran poeta y ensayista Jorge Boccanera afirmó que Aliaga “retoma en clave poética la historia de los peones fusilados simbolizados (y liderados) por Facón Grande en la Patagonia de comienzos del siglo XX, pero también la de quienes en la actualidad cumplen labores relacionadas con el petróleo, la pesca y la minería. Se contrapone al mito de la Patagonia como ‘tierra de nadie’ impuesto por un discurso imperial indiferente a esos ‘nadies’; sin ver que son precisamente sus pobladores originales”.
Todos los hombres, el hombre
Poeta, editor y docente. Enseñó en la Universidad Nacional de la Patagonia y en Leeds University. Su obra publicada incluye más de 20 títulos, entre obras de poesía, prosa de viajes y ensayos. Algunos de ellos llevan por nombre “Música desconocida para viajes” (2002), “La sombra de todo” (premio del Fondo Nacional de las Artes, 2007), “La causa clínica” (2011), “La suciedad del color blanco” (2013), “La caída hacia arriba” (2013), “El rincón de pedir” (2015); y “La nostalgia del futuro”, su última obra.
En disco compacto editó “Un ring para dios”, junto a los músicos Titín Naves y Palo Pandolfo. En Oxford University presentó “Tus virtudes son tus defectos” (2012) y en el Teatro Nacional Cervantes (Buenos Aires) la conferencia performática “Las guerras por la tierra en la Patagonia del siglo XXI” (2017). Como compilador publicó Herejía bermeja. Obra de Bustriazo Ortiz (2008), Poesía política mapuche (2010) y Reuëmn. Poesía de mujeres mapuche, selk’nam y yámanas (2017).
Cursó sus estudios universitarios en la Universidad Nacional del Comahue donde se graduó en Comunicación (1984) y trabajó como periodista en diferentes medios desde entonces. Docente en la Universidad Nacional de la Patagonia y en la Universidad de Leeds (Reino Unido). Publicó libros de poesía, textos de viajes y ensayos, y es autor de varias antologías y compilaciones. Integró el consejo de redacción de la revista “Último Reino”, creó la revista digital Revuelto Magallanes y fundó la Editorial Universitaria de la Patagonia.
Asimismo, coordinó talleres de análisis y creación poética, con el patrocinio de la Fundación Antorchas, junto a Diana Bellessi, Arturo Carrera, Concha García, Alicia Genovese, Reynaldo Jiménez y Víctor Redondo. En 2001 obtuvo un postgrado en «Gestión en Cultura y Comunicación» en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. Tres años más tarde obtendría una Maestría en «Comunicación» otorgada por la Universidad Internacional de Andalucía.
En 2006 su libro “La sombra de todo” recibió el «Primer Premio Nacional de Poesía» otorgado por el Fondo Nacional de las Artes. Se reeditaron en un solo volumen sus libros “Lejía” y “No es el aura de Kant”, y aparecieron dos ediciones ampliadas de “Música desconocida para viajes”. Editó la obra poética de Juan Carlos Bustriazo Ortiz y varias antologías de narradores de la Patagonia. En 2009 editó la obra de 37 nuevos poetas en “Desorbitados. Poetas novísimos del sur de la Argentina” (FNA).
Realizó lecturas y dictó conferencias en Chile, Ecuador, España, Gran Bretaña y México. Grabó en disco compacto su obra “Un ring para dios” junto a Andrés Cursaro (productor ejecutivo), Osvaldo Bayer, Arturo Carrera, Avelino Naves, Palo Pandolfo e Ingrid Pelicori. Dirigía Espacio Hudson, Centro de artes & Editorial, en Lago Puelo (Chubut) y el periódico El Extremo Sur. Fue columnista de Radio del Mar y de FM Visión. Estuvo al frente de la Subsecretaría de Información Pública del actual gobierno provincial.