Luego de que al líder de la agrupación Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) le otorgaran la libertad condicional en Chile, el 11 de febrero, dejó de presentarse ante los tribunales andinos y es intensamente buscado
El 11 de febrero pasado el líder de la agrupación Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), Facundo Jones Huala, dejó de presentarse ante los tribunales de Temuco, en Chile, para acreditar su domicilio de acuerdo a la exigencia que debía cumplir para poder gozar del beneficio de libertad condicional, y dos días más tarde – el 15 –fue declarado “prófugo” por el gobierno de ese país.
El lonco debía retornar a prisión tras permanecer 24 días en libertad, una vez que la Corte Suprema de Justicia de Chile hizo lugar al recurso que presentó el gobierno del ex presidente Sebastián Piñera para revertir fallo que le permitió cruzar el umbral del Centro de Cumplimiento Penitenciario de Temuco.
La fuga del líder y único integrante expreso de la RAM generó conmoción a ambos lados de la Cordillera, desde donde se esbozaron cientos de hipótesis sobre el destino del convicto. De hecho, la fuga ocupó la agenda binacional durante varios días, hasta que se desvaneció.
El 21 de enero la Cámara de Apelaciones de Temuco dispuso la libertad condicional de Jones Huala, obligándolo a comparecer regularmente ante ese organismo para certificar su domicilio. “Cumplió al pie de la letra hasta el 11 de febrero” dijeron a Infobae fuentes con acceso al expediente. Sin embargo, en los días previos al fallo de la Corte Suprema, dejó de hacerlo.
Hace 90 días, el gobierno trasandino lo declaró “prófugo” y desde entonces no se supo más de él.
Durante sus primeras horas en libertad, las abogadas que lo patrocinaron hasta el 9 de febrero -cuando el lonco les informó que ya no contaría con su asesoramiento- anunciaron que gestionarían ante la Justicia el cumplimiento del beneficio en Argentina, lo que anunciaba las intenciones del mapuche de cruzar la Cordillera de los Andes para instalarse en una comunidad de Cushamen, en Chubut.
El 15 de febrero pasado la Corte Suprema de Chile revocó el beneficio de libertad condicional que le había otorgado la Cámara de Apelaciones de Temuco, motivo por el que debía retornar a prisión.
Durante la última semana el nombre del dirigente mapuche volvió a ser noticia debido a que un vecino de Villa Mascardi, un poblado ubicado a 35 kilómetros de Bariloche, aseguró públicamente haberlo visto en la usurpación que desde 2017 mantiene la lof Lafken Winkul Mapu.
Lo dijo el presidente de la Junta Vecinal de ese lugar, Diego Frutos, quien además fue víctima de daños en su locación y de un brutal ataque protagonizado por integrantes de esa comunidad, durante un corte de ruta.
“Lo vi yo, el señor Jones Huala está en Mascardi” afirmó Frutos, aunque su testimonio no cobró fuerza de denuncia y quedó sólo como una aseveración mediática.
“Se lo dije a mis abogados, a la fiscalía” dijo el dirigente vecinal, aunque se excusó de radicar la denuncia correspondiente, argumentando que “cada vez que denuncio, al día siguiente vienen y me sacuden de lo lindo”.
Isabel Huala, madre de Facundo, no demoró en responderle. “Sale a decir mentiras. Habla del pueblo mapuche como si supiera y la falta el respeto a las autoridades. Está muy claro que está haciendo política” aseguró la mujer, en diálogo con un canal local.
Además reiteró lo que había dicho en ocasiones anteriores: “No sé dónde está mi hijo, desde antes de la Pandemia que no tengo contacto con él”.
Jones Huala fue condenado a 9 años de prisión en Chile por el incendio de una vivienda habitada y tenencia de armas de fuego en 2013, en el fundo Pisú Pisué aunque la pena se redujo a 6 debido a que computaron el tiempo en el que estuvo detenido en Argentina, en la cárcel federal de Esquel, antes de su extradición.
De ambos lados de la Cordillera de los Andes creen que el líder de la RAM intentará permanecer en clandestinidad hasta que expire su condena, en 2024.
A pesar de que fuentes del Ministerio de Seguridad de Argentina anunciaron refuerzos de personal en los controles fronterizos para intentar recapturarlo, en el país no existe un real interés en detenerlo: “En Argentina no tiene deudas con la Justicia” deslizaron fuentes cercanas al expediente.
Además su nombre no figura entre las solicitudes internacionales de Interpol: “Hoy, a tres meses de la fuga, no hay alerta roja para tratar de ubicarlo”, describió la misma fuente.
Poco después que el gobierno de Chile lo declare en fuga, comenzaron las especulaciones. En Argentina analizaron que el convicto permanecería oculto en el territorio vecino, mientras que en Chile opinaron lo contrario, al especular con la posibilidad de que habría abandonado ese país a través de un paso no habilitado.
Sin embargo, más allá de los análisis teóricos, el hombre – a quien sectores del arco político opositor argentino quieren juzgarlo con normas internacionales – permanece oculto y no hay indicios sobre su ubicación actual.