Marcelino tomó una idea de su hijo y la hizo realidad.
Años atrás, Marcelino hizo realidad una alocada idea de su hijo, quien le propuso hacer un asador con forma de revolver.
El hombre construyó de cero el chulengo en un mal momento económico que atravesaba su familia en 2016.
Una fotografía de su creación bastó para que decenas de clientes comenzaran a pedir un chulengo personalizado con esa forma, lo que lo sacó de apuros en el momento.
En su momento comenzó como un pasatiempo, aunque luego de un tiempo Marcelino fue recibiendo pedidos de asadores con forma de revolver en distintos puntos de Méjico y otros países.
Actualmente las fotos del chulengo revolver siguen circulando en las redes e incluso otras personas imitaron su creación alrededor del mundo.