En 2011, más de 200.000 profesionales fueron despedidos en Wall Street, principal centro financiero del mundo. Muchos de ellos están llegando a Brasil para trabajar en bancos o crear un negocio desde cero.
O Estado de Sao Paulo indica que era una mañana de septiembre, con temperatura amena en Nueva York, cuando miles de personas tomaron el Zuccotti Park, gritando consignas y portando pancartas con lemas contra el capitalismo.
«Definitivamente, Wall Street está perdiendo su sex appel’pensó Thomas Grimm, director de un fondo de inversión estadounidense. Con una trayectoria de once años en el mundo financiero más importante del mundo, Grimm no es del tipo que condena a los manifestantes del «Ocuppy Wall Street» (Ocupe Wall Street). Pero por el momento, lo que ese norteamericano está haciendo es exactamente lo contrario: él y su esposa, la abogada brasileña Denise Hirao, están cerrando el departamento de Manhattan y armando sus maletas para dejar Wall Street atrás. ¿El destino? Brasil.
Profesionales de grandes centros financieros, como la City de Londres y Wall Street, están llegando al país para trabajar en los bancos y las empresas del mercado interno o para establecer sus propios negocios. No hay estadísticas de cuántos son. Pero no es difícil encontrarlos.
«Importamos dos», cuenta Daniela Bretthauer, analista jefe de Raymond James. Otras instituciones, tanto nacionales como extranjeras, están aprovechando esa migración de profesionales que huyen de la crisis en los Estados Unidos y en Europa.
No es para menos. La mayor parte de las grandes empresas del mercado financiero estadounidense y del Reino Unido han anunciado despidos en masa. La más reciente fue la semana pasada: el Morgan Stanley está recortando 1.600 puestos en todo el mundo, 580 sólo en su base de operaciones en Nueva York. HSBC y Bank of America ya habían informado la baja 30000 empleados cada una. Cuentas preliminares muestran que, solo en 2011, más de 200.000 profesionales de Wall Street fueron despedidos.
«Incluso si no sos despedido ahora, no está bueno continuar allí sabiendo que podés ser incluido en el siguiente recorte,» dice John Valli, un ex analista de compañías de bienes de consumo de Merrill Lynch en Londres. Nacido en Brasilia, Valli decidió dejar la City y volvió a establecer una boutique de inversión en la capital federal.
Expansión
El mercado financiero brasileño aún está años luz de lo que es Wall Street. Pero esto es eso lo que atrae a estos profesionales: el espacio para el crecimiento.
«A diferencia de Estados Unidos y de Europa, nuestro mercado de capitales se está expandiendo», dice Alberto Kiraly, vicepresidente de la Asociación Brasileña de las Entidades de los Mercados Financieros y de Capitales (Anbima).
Uno de los indicadores de ese crecimiento son la captaciones de inversión de empresas brasileñas a través de valores de renta fija. «Sólo dependes del rendimiento del mercado interno, por eso refleja lo que sucede aquí, sin contaminación de la crisis externa», explica Kiraly. Hasta noviembre, la oferta de estos valores sumaban R$ 77.700 millones (US$ 41.622 millones) – R$ 2.300 millones (US$ 1.243 millones) más que el mismo periodo de 2010.
«El mercado de renta variable, que incluye la emisión de acciones, también debe crecer», dice Kiraly. En 2011, las inversiones en esta área se intimidarán con la crisis en Europa. Por eso se espera en la caja 67 ofertas públicas que en conjunto suman de R$ 28.000 millones (US$ 15.135 millones), todo ello bajo revisión en la Comisión de Valores Mobiliarios (CVM). «A la primera señal de estabilidad, los inversores deben volver atrás y las ofertas se concretizarán», dijo Kiraly.
Otro indicador del desarrollo del mercado es la inversión extranjera directa. En el año 2011, debe pasar la marca de US$ 65.000 millones (US$ 35.135 millones), lo que ayuda a financiar el déficit en cuenta corriente de US$ 53.00 millones (US$ 28.648 millones).
Millonarios
Pero hay un dato en particular, que hace brillar los ojos de muchos extranjeros y brasileños expatriados: 19 personas se vuelven millonarias cada día en Brasil desde 2007, según un estudio presentado en Miami, en la Conferencia Private Bankin Latin America 2011, hace un mes. «Nadie quiere quedarse afuera de un mercado como este», dice el ejecutivo de Anbima.
En este entorno, los bancos y las empresas necesitan tener profesionales altamente calificados en el sector financiero y de negocios. «Varias empresas me han pedido para buscar profesionales de Wall Street, tanto extranjeros como nacionales», dice Angélica Wiegand, de la compañía de headhunters CTPartners Brasil.
«No tenemos ningún índice, pero hemos notado personas en grandes bancos internacionales pidiendo traslado a Brasil», dice Rodrigo Soares, la compañía Hays, especializada en reclutamiento internacional.
La llegada de estos inmigrantes ha sido bien recibida por el mercado nacional. «Son profesionales sumamente capacitados, que a menudo es difícil de encontrar aquí», dice Angélica.
Pero no siempre todo está siempre a favor de los que vuelven. «Contratamos gente de afuera porque los salarios de profesionales brasileños inflacionaron mucho en los últimos años», dice Daniela, de Raymond James. «Por lo tanto, es más barato traer personal de afuera», dice ella.