Una reconocida revista lo calificó así, argumentando que “es casi imposible saber qué hay dentro de cada ladrillo y qué tan poco saludable es”.
En el Día Mundial de la Marihuana, que tiene su fecha debido a ser el 20 de abril, que en Estados Unidos se traduce a 4/20, la revista Vice con sede en New York publicó un artículo sobre el “paraguayo”, el producto de marihuana de peor calidad del mundo.
Si bien su nombre refiere al origen de las prácticas para obtener el producto final, que comenzaron en el país vecino Paraguay, hoy se extiende por toda Sudamérica con gran presencia en Argentina.
Se trata de un producto de baja calidad para el que se utilizan diferentes químicos y técnicas que muchas veces son desconocidas para el consumidor final. Por su precio bajo, es ampliamente consumido en Comodoro Rivadavia y alrededores, sobre todo en jóvenes.
De acuerdo a la revista, para hacer el paraguayo “la marihuana se adultera de varias maneras antes de llegar a los consumidores”, de modo que “es casi imposible saber qué hay dentro de cada ladrillo y qué tan poco saludable es”.
“Las plantas se prensan con máquinas rudimentarias de metal o madera que suelen estar sucias. La planta en sí misma a menudo está húmeda o mezclada con mermelada o imitaciones de refrescos de Coca-Cola, para ayudar a que se pegue y se compacte”, reza el artículo.
Por ello llegan a la conclusión que “el Paraguayo prensado es diferente cada vez que lo compras” y su nombre “es sinónimo de la peor hierba disponible”.
“Más allá de las toxinas que los cultivadores rocían sobre las plantas, a menudo se encuentran otras sustancias químicas dentro de la hierba prensada”, analizó VICE antes de probarla.
Para el cierre del artículo, un redactor de la mencionada revista fumó el producto y aseguraba que “cada pitada quemaba un poco más que la anterior. Pero incluso con la desagradable experiencia de fumarlo y la ola de náuseas que iba y venía inmediatamente después, el subidón era potente. Estuvo a la altura de su reputación, desigual y asquerosa, pero con un gran impacto sin que el usuario supiera si procedía del contenido de THC de la planta o de los productos químicos que pueden haber estado mezclados con ella”.
