La devaluación de casi 23% provocará inevitablemente un rebote inflacionario. La atención está puesta sobre alimentos, naftas, y créditos. Proveedores, comerciantes y empresarios pymes alertaron que «no hay listas de precios».
Según publica Ambito.com, el lunes negro en el mercado argentino dejó una disparada del dólar, que sobrepasó los $57, y preocupación por cuánto será ahora el traslado a los precios que paga el consumidor, así como también, y entre otras cosas, los tomadores de créditos UVA.
La devaluación de casi 23% provocará inevitablemente un rebote inflacionario ya en la última quincena de agosto y, sobre todo, durante septiembre. Aunque no hay estimaciones, ayer el presidente Mauricio Macri admitió que tendrá un impacto. En despachos oficiales se baraja que la suba de precios mensual volverá a estar en el orden del 3%.
“La devaluación de hoy (por ayer), inevitablemente tiene traslado a precios. La estimación de 40% de inflación anual que se venía manejando va a ser mucho mayor”, dijo el economista Agustín D’Attellis. Además, coincidió con otros economistas en que hoy por hoy “el dólar no tiene techo”.
Por su parte, el consultor Damián Di Pace, de Focus Market, afirmó: «El pass-through producto de la devaluación del peso se estará dando en los próximos días aunque con los datos que venimos relevando en los diferentes rubros y categorías de consumo masivo será imposible que sea brusco porque aún en el acumulado del año tenemos caída con un 9% de baja de ventas en forma interanual».
«La preocupación hoy está dada por los altos niveles de stock con los que cuentan la industria alimenticia y bocas de supermercados que nuevamente tendrán doble viento de frente. En principio incremento de costos por la devaluación y recaída de ventas luego que la inflación comenzaba a descender y el poder adquisitivo tendría margen para recuperar terreno y en segundo lugar nuevamente encontrará tasas superiores al 75% para financiar el capital de trabajo», añadió.
Durante la jornada de ayer, en medio de la turbulencia financiera y la tensión en los mercados, los proveedores, comerciantes y empresarios pymes alertaron que «no hay listas de precios», por lo que «nadie quiere vender insumos». Las concesionarias de autos también paralizaron las ventas a la espera de tener un precio sobre el cual posicionarse. Y es que hay que recordar que en el arranque del lunes post electoral el dólar arrancó en el mercado online ya a cerca de $50 sobre los $46,55 del viernes, llegó a $62 y luego moderó algo el alza para cerrar en $57,30.
Ahora se espera ver qué ocurrirá con las listas de precios en los supermercados con los alimentos. También el impacto que pueda tener en los surtidores de naftas, sector con el que el Gobierno había pactado un freno en las subas de cara a las elecciones. Además, otro sector sobre el cual hay atención son las cuotas de los créditos UVA, que se ajustan por inflación.
Por ejemplo, Víctor Fera, dueño de Maxiconsumo, advirtió que “si el dólar aumenta un 30%, los comestibles de punta van a subir un 20%”.