En una década el litro de nafta súper pasó de 2,36 a 26,50 pesos. Tres años atrás valía 1,97. En tanto, diez años atrás 129,56 eran suficientes para llenar un tanque de combustible. Durante el kirchnerismo se necesitaban 658 pesos. Hoy, cuesta 1.457.
Si la comparación de precios es por Mundiales, la sorpresa es mayor. En Italia 1990 el litro de nafta costaba 2.200 Australes; en Estados Unidos 1994, 0,29 pesos/dólar; en Francia 1998, 0,76; en Corea-Japón 2002, 1,54; en Alemania 2006, 1,88; en Sudáfrica 2018, 3,74; en Brasil, 11, y en Rusia 2018, 26,50.
Tras la salida de Juan José Aranguren del Ministerio de Energía, el acuerdo de estabilidad de precios de los combustibles pende de un hilo. El primer convenio firmado por el ex CEO de Shell y tres de las principales petroleras del país admitió un atraso base de 12%, que se actualizaría en cinco cuotas mensuales. Pero la disparada del Brent y del tipo cambio, además de la suba de impuestos por la entrada en vigencia de la reforma tributaria, liquidaron el primer acuerdo y obligaron a Aranguren a pactar un segundo trato, que terminó por liquidar la carrera pública del ministro.
Con el trato actual ya se aplicó un 5% de aumento en junio y se espera un 3% para julio. En septiembre volverán a subir los tributos. Los estacioneros alertan que el atraso en los precios ya acumula más del 35%. Por ese motivo, las productoras y refinadoras se plantaron ante Aranguren y exigieron otras «compensaciones». Fuentes del marcado, aseguran que el exministro decidió dar un paso al costado para evitar enfrentar a las compañías que antes de ingresar a la función pública él mismo defendía.
En este contexto, Focus Market advirtió que con un incremento mensual de 3% en la súper, a fin de año el litro debería trepar a 31,64 pesos, y que por lo tanto en diciembre próximo, antes de emprender las vacaciones de verano, llenar un tanque promedio de 55 litros costará 1.719 pesos.