En términos absolutos, se estima que este año se venderán 2,2 millones de unidades. En 2018, el mercado local llegó a los 3,3 millones de aparatos
El mercado de los televisores fue otro de los sectores que no lograron esquivar las consecuencias de la corrida cambiaria y el torniquete del Banco Central.
La disparada de la inflación y los planes de cuotas encarecidos por las altas tasas de interés conformaron un combo letal para la venta de bienes durables y arrastraron al segmento de las TV, que espera menor fabricación, caída en las ventas y un regreso a las pantallas más chicas.
Tras un 2018 sostenido por el Mundial de Rusia, el sector proyecta un desplome del 34% en la producción y las ventas para 2019, según estimaciones de la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (Afarte), la entidad que agrupa a las empresas afincadas en la isla, donde se hacen la mayoría de los dispositivos que se comercializan en el país.
En términos absolutos, se estima que este año se venderán 2,2 millones de unidades. En 2018, el mercado local llegó a los 3,3 millones de aparatos vendidos, con una alta concentración en el primer semestre. En 2017, un año no marcado por la influencia del certamen futbolístico, el sector llegó a 3,2 millones de dispositivos.
La estacionalidad habitual del mercado en años con Mundial, que genera mayores ventas en el primer semestre y aumenta el gasto por la demanda de pantallas de mayor tamaño, coincidió en 2018 con los mejores meses de la macroeconomía.
Luego, la corrida cambiaria iniciada en mayo, que terminó duplicando el valor del dólar, llevó las tasas de interés por encima del 70% y aniquiló los planes de compra en cuotas, aceleró el declive.
«En el segundo semestre, el consumo se cayó como un piano», dijo al diario porteño La Nación Federico Hellemeyer, director ejecutivo de Afarte, quien encuentra el encarecimiento del financiamiento local como el principal factor de ese desplome.
«Desde junio empezó un contexto recesivo, pero hubo una correlación directa entre el desplome del mercado y la suba en la tasa de interés. Desaparecieron o se reformularon los programas de compra en cuotas, y eso resiente mucho el movimiento en el mercado interno», añadió el ejecutivo.
La dinámica macroeconómica cambió las condiciones de programas de estímulo al consumo en cuotas como el Ahora 12 y el Ahora 18, que habían nacido durante el kirchnerismo, pero se mantuvieron, con cambios, durante la gestión de Mauricio Macri.
Luego de mantener tasas del 28% y 30% para compras en 12 y 18 cuotas, respectivamente, su costo se elevó hasta el 60% en el último trimestre del año. Paralelamente, la caída en las ventas llegó al 40% interanual en diciembre.