Así lo aseguró el Monseñor Roberto Álvarez, quien mencionó que “en una Argentina desajustada, hay 800 lugares para ajustar sin tocar la Educación. Cuando se llega a ajustar en discapacidad, a alguien le tiene que llamar la atención”.
Álvarez señaló que espero que “el eco de lo que dicen los obispos llegue a la Cámara de Senadores, porque es el sentir de nuestras provincias”:
“Uno entiende que a lo mejor uno con el lápiz haciendo números se les pasa. Tienen que escuchar este clamor del pueblo argentino”, enfatizó.
Al aire por Radiocracia, sostuvo que “hoy en día es difícil que alguien lea un salmo en el culto, porque se les dificulta leer. Esta tragedia no empezó ahora, la venimos arrastrando”.
“Si alguien no puede comprender lo que escucha ni leer, ¿cómo puedo enseñarle de Dios?”, lamentó el clérigo.
Y agregó que “es tremendo los caídos del sistema. Los adultos se están privando de la cena para que coman los hijos, esto es escandaloso”.
“Los números se tienen que convertir en rostros familiares, para que podamos entender la situación, afirmó, al tiempo que indicó que “nadie tiene un parámetro para poner un precio”. Según Álvarez, la realidad actual “es una cadena de injusticias y crueldades, no queremos esto para la Argentina”.