En un desgarrador relato, Carlos Brocca, portero de la Escuela Número 209, ubicada en Av. Polonia 2100, Comodoro Rivadavia, describió la grave situación en la que se encuentra la institución educativa.
En una entrevista exclusiva con FM La Petrolera, Brocca detalló una lista desalentadora de problemas que aquejan a la escuela, dejándola en un estado prácticamente inhabitable.
«La calefacción es un tema crucial. Las dos calderas están prácticamente quemadas, prometieron cambiarlas, pero nada aún», lamentó Brocca. «En el gimnasio y los sectores superiores, las calderas directamente no funcionan. Las bombas de agua están en la misma situación, fuera de servicio y quemadas. La electricidad es otro desafío, con baños completamente destruidos, filtraciones por todas partes y inodoros que no operan», detalló con preocupación.
La lista de problemas no termina ahí. Brocca continuó describiendo filtraciones en el techo que dejan caer agua en el gimnasio, la parte de la dirección y hasta las aulas. «Lamentablemente, la escuela lleva años en esta situación. Vivo aquí desde hace 24 años como portero, y sé de primera mano lo que es verlo todo destrozado», expresó con pesar.
El frío se ha vuelto un enemigo constante para la comunidad educativa de la Escuela Número 209. «Estamos aquí mismo, sin calefacción. Los docentes, el personal auxiliar y, sobre todo, los niños, sufren el frío dentro de las aulas», señaló Brocca.
Este hecho ha puesto en alerta a toda la comunidad educativa y a los padres de los estudiantes, quienes reclaman por una pronta solución a esta situación. La Escuela Número 209, una institución que debería ser un espacio de aprendizaje y crecimiento, se encuentra actualmente en condiciones deplorables que dificultan, e incluso impiden, el desarrollo de las actividades escolares.
Las autoridades competentes han sido llamadas a intervenir de manera urgente para abordar estos problemas y garantizar un ambiente seguro y adecuado para la educación. Mientras tanto, la comunidad de la Escuela Número 209 espera con ansias que las promesas de mejoras se conviertan en acciones concretas que devuelvan la dignidad y la calidad educativa que merecen los alumnos y todo el personal de la institución.