El imputado en una causa donde se investiga a una banda de narcotraficantes de Nogoyá dijo prefiere regresar a la Unidad Penal N°1 de Paraná para evitar las discusiones con su mujer.
El pedido fue llamativo y de más está decir que sorprendió al Tribunal Oral en lo Criminal Federal que lleva adelante la causa, describe el portal Big Bang News.
En la ciudad de Paraná, un hombre que había logrado obtener el beneficio de la domiciliaria en el marco del coronavirus, solicitó que se la revoquen. ¿La razón? Intensas peleas y otro tipo de problemas conyugales con su mujer.
El detenido en cuestión, imputado en una causa donde se investiga a una banda de narcotraficantes de Nogoyá, sostuvo que prefiere regresar a cumplir la prisión preventiva en la Unidad Penal N°1 de Paraná para evitar las discusiones con su mujer.
Fue su abogado, Augusto Lafferriere, quien hizo el extraño pedido de su defendido para regresar a la cárcel.
Según explicó el letrado en diálogo con el canal 9 Litoral, su defendido le planteó «algunas diferencias que ha tenido con su familia, más precisamente, cuestiones conyugales, propias de las personas en prisión preventiva, cuando a los vínculos hay que volver a reconstruirlos, sean familiares o de amistad», a los que hay que sumarle las limitaciones propias del aislamiento.
El abogado reveló que le aconsejó a su cliente una instancia intermedia antes de regresar a la cárcel y que eso fue lo que le planteó al Tribunal: “Le dije que, dado que el encierro carcelario es la última instancia del derecho, solicité no volver a la cárcel, aunque lo haya pedido, sino posibilitar que tenga una salida de 50 o 100 metros en momentos en que discute con la mujer».
Y agregó: “Si bien hay un pedido de que si la cosa no va y no tiene dónde ir, porque ha quedado desinstitucionalizado y perdió amistades y vínculos, esta defensa atendió al reclamo y lo planteó al Tribunal de diferente modo. Pedimos, en ese caso concreto, que le permitan al menos una salida de 30 minutos diarios».
El imputado ya había pasado casi dos años con prisión preventiva en el penal, desde el 9 de mayo del 2018 hasta pasado el 16 de marzo, cuando la Justicia resolvió que podía esperar la condena en su casa de Nogoyá, donde vive su mujer y sus hijos.
Para el abogado, la solución no sería que el imputado regrese a la cárcel, sino que se le permita salir a caminar a pocos metros de su casa cuando surja alguna diferencia familiar que le permitan salir «tomar un poco de aire» y así poder despejar un poco la mente.