La investigación que recae sobre Ariel Zanchetta, el espía que fue detenido en junio de este año, no solo revela que el expolicía habría realizado tareas de espionaje ilegal a partir de 2016, sino que también habría trabajado de manera paralela para la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) con el objetivo de investigar a dirigentes políticos y hasta funcionarios del gobierno.
El fiscal Gerardo Pollicita, quien lleva adelante la investigación,sostiene que Zanchetta habría sido agente inorgánico de la AFI entre 2009 y 2015, y que durante ese período los mismos funcionarios del organismo le habrían pedido que realice actividades de inteligencia.
Desde la AFI niegan la posición del fiscal, sin embargo, Pollicita planteó que hay elementos para, por lo menos, creer que trabajó como colaborador de Inteligencia. Su postura está amparada en los archivos encontrados en la notebook marca Toshiba, que estaba en la casa del expolicía al momento de los allanamientos.
Escándalo por espionaje: los 176 mails entre el espía preso y tres agentes de la AFI
Como agente inorgánico de la Agencia, el espía realizó actividades de inteligencia pedidos por tres agentes distintos de la AFI. Con ellos se envió un total de 176 correos electrónicos en un lapso de seis años.
Entre las investigaciones aparece un pedido en 2015 para confirmar si cuatro intendentes apoyaban la candidatura de Daniel Scioli y también se advierte un seguimiento con drones contra Sergio Massa en 2014 así como una gran cantidad de informes sobre inmuebles y propiedades de personas a pedido de la propia AFI.
En todas esas conversaciones donde se produce el intercambio de información, el espía responde con un informe que cuenta con datos de propiedades, autos, etc, de los involucrados. Por ese motivo, el fiscal pide su indagatoria.
“Necesitamos saber si apoyan o no”: la investigación a intendentes
“Hola Arielito, necesitamos saber si estos intendentes “apoyan o no” a Scioli”, reza el breve correo electrónico enviado por uno de los agentes de la AFI. La fecha data del 6 de noviembre de 2015, a solo dos semanas del balotaje que finalmente lo dio ganador a Mauricio Macri.
La lista incluía a Mauricio Barrientos, quien por entonces era intendente de Chacabuco, a Alexis Guerera, jefe comunal de General Pinto hasta 2019 y exministro de Transporte, a Alberto Conocchiari, intendente de Leandro N. Alem por aquella época, y a Jorge Fernández, intendente de Lincoln.
Solo dos días tardó Zanchetta en responderle. En el correo adjuntó una breve reseña sobre la posición que iba a tomar cada uno de cara al balotaje y qué era lo que motivaba a cada jefe comunal a adoptar la postura.
“Apoyaría a Scioli, ya que es hombre de Julián Domínguez y riñón peronista a raja tabla”, señaló sobre Barrientos. En el caso de Guerrera, detalló: “Fue reelecto con más del 60%, sigue hasta 2019. Es kirchnerista puro, apoya a Scioli”.
En los casos de Conocchiari y Fernández dio detalles personales de cada uno. “Exradical, amigo de estudio de Néstor Kirchner de la juventud. Es kirchnerista puro, apoya a Scioli”, señaló sobre el primero.
Mientras que sobre el segundo, escribió: “Hay un alto funcionario de Scioli, operador ante el vaticano, que se llama Aldo Carrera y es amigo de Fernández. Va a apoyar a Scioli”.
El seguimiento con drones a Sergio Massa en 2014
En el dictamen del fiscal Pollicita se aclara que dentro de la notebook de Zanchetta hay archivos que evidenciarían posibles actividades de inteligencia clandestina como intervenciones telefónicas ilegales, interceptación de correos electrónicos y utilización de drones.
Uno de esos archivos tiene como protagonista a Sergio Massa. Bajo el nombre “Tigre Drone Massa” se indica la existencia de operaciones de inteligencia que se hicieron contra el por entonces candidato a presidente del Frente Renovador.
A través de drones no solo se hacían seguimientos de los actos del actual ministro de Economía, sino que también seguían al entorno del actual candidato a presidente por Unión por la Patria.
“Necesito lo que tengas de estos dos”: la AFI le pidió investigar a dos “objetivos”
También le pedían que investigue a otras personas, a quienes denominaban “objetivos”. Lo hacían proporcionándole el número de documento y le solicitaban un informe con datos sobre propiedades e inmuebles.
“Necesito lo que tengas de estos dos. Mirá el segundo, si no se puede no lo fuerces”, fue el pedido -con advertencia incluida- que le hicieron pasadas las 10 de la noche del 29 de mayo de 2015.
La respuesta tardó poco más de doce horas en llegar. “Acá van los datos de los rusos”, respondió Zanchetta junto con un informe que contenía datos de propiedades, autos, números de teléfono y hasta relaciones familiares de las dos personas.