A la excéntrica estadounidense llamada Mikayla Saravia, de 21 años, le alcanzó con un helado de palito, una cámara y su lengua de un largo poco para convertirse en influencer y montar un negoción: gana más de US$ 100.000 al año por mostrar la lengua de manera sugestiva y lamer helados o frutas. Una rara combinación que parece tener su popularidad.
La oriunda de West Palm Beach, Florida, tiene más de dos millones de seguidores en su Instagram (@kkvsh) y hasta hizo de su lengua una marca registrada y un logo, de la cual vende mercancía en su sitio web.
En una entrevista, contó que le pagan entre 900 y 3.000 dólares por compartir fotos y videos de ella misma lamiendo alimentos. Tampoco faltan en su red social videos de su cola en primer plano «perreando» o haciendo «twerking» al ritmo de la música.
«Hago anuncios y monetizo mis videos en YouTube y mi aplicación. También vendo mercancía en mi sitio web», explicó. «El año pasado gané un poco menos de 50 mil dólares y en este ya dupliqué esa cantidad», declaró la joven modelo de la que cada video que sube tiene un mínimo un millón de reproducciones.